Aunque la actual Lei de Caza permitía abatir animales en pistas asfaltadas que no tienen la consideración de carreteras, la Xunta modificará la normativa tras una queja del Valedor do Pobo. El sector advierte de que las nuevas restricciones acordadas por la Consellería de Medio Ambiente harán "inviable" la caza porque, advierten, "es imposible abatir piezas en un monte cerrado". Si se restringe la caza en las vías públicas, el sector advierte de que en algunos casos, la superficie apta para esta práctica quedará reducida hasta en un 50%.

Cuando entró en vigor la nueva Lei de Caza, hace dos años, y tras las propuestas de varias sociedades cinegéticas que querían saber en qué condición quedaban las pistas comarcales o de la concentración parcelaria, Medio Ambiente avanzó que en un futuro desarrollaría la norma en un decreto para aclarar en qué vías públicas puede cazarse y en cuáles no. La cuestión vuelve a saltar a la palestra después de que el Valedor do Pobo recibiese una queja de un colectivo ecologista, Matar por Matar Non, en la que se pide "que se reconsideren zonas de seguridad, y por lo tanto donde no se puede cazar ni portar armas, todas las vías públicas y carreteras asfaltadas de Galicia". Este colectivo hace especial incidencia en el riesgo que supone una batida o una jornada de caza en pistas de acceso a aldeas.

El Valedor recomienda a la Consellería de Medio Ambiente que revise ese criterio de la ley actual, en el que figuran como zonas de seguridad las líneas férreas, autopistas, autovías y carreteras señalizadas como estatales, autonómicas y locales, así como sus márgenes y zonas de servidumbre.

Se guarda una distancia de 50 metros de estas vías a ambos lados, que pasan a ser 100 si hablamos de viviendas. Para los ecologistas, de este modo quedan fuera otro tipo de pistas en las que es necesario "velar por la seguridad de las inmensa mayoría de personas que no cazan y desean circular por las vías públicas", como apunta en una carta remitida a la Xunta.

Con la nueva normativa, se eliminaron restricciones de la ley de 1997 como la que obligaba a guardar 50 metros de distancia hasta los senderos de a pie que transcurrían por el monte. Así, ahora se permite cazar en caminos rurales (que no están asfaltados) y pistas de monte "que son en los que se apostan los cazadores en las jornadas de cacería, y a donde salen las piezas de caza mayor", explican desde las sociedades de caza en Galicia. Añaden que, de volver a una normativa similar a la de hace casi 20 años "la caza sería inviable, porque es imposible abatir piezas en un monte cerrado" y con maleza de hasta dos metros de altura.

El sector recalca que, tanto durante la temporada de caza como en las batidas por daños que se realizan fuera de época, "señalizan toda la zona, y ya solo por la presencia de vehículos una persona ajena a la caza se da cuenta de que hay actividad", indica.

En algunas comarcas gallegas son muchos los senderos peatonales, los caminos de carros, las pistas de acceso a fincas y también las de las concentraciones parcelarias que desdibujan los montes. Por eso, si se restringe la caza en las vías públicas, en algunos casos, la superficie apta para esta práctica quedará reducida hasta en un 50%.

Por su parte, desde Matar por Matar Non se inició una campaña de recogida de firmas en la plataforma www.change.org, a favor de esta nueva delimitación de pistas en las que se puede realizar la práctica de la caza. Tienen a su favor que el Valedor do Pobo también recomienda a la Xunta que "impulse el procedimiento de declaración de un terreno como no cinegético". En este tipo de terrenos entran áreas industriales, zonas habitadas o refugios de fauna.