El presidente de la Xunta y del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo, anunció ayer que, tras la debacle electoral del pasado domingo y la pérdida de 186.000 votos, el PP de Galicia emprenderá un proceso de renovación de "equipos, políticas y actitudes" con la convocatoria de congresos provinciales, locales y autonómico para intentar recobrar la confianza del electorado y buscar el contacto de la calle. Pero nada dijo de su futuro ni de sus aspiraciones a pesar de que cada vez en círculos políticos y mediáticos más amplios lo colocan en Madrid sobre todo desde que Rajoy anunció cambios en el Gobierno y en el partido y de que si se va a la capital del Estado, su marcha dejaría virtualmente sin efecto la renovación de los cuadros inferiores. "Este tema no fue tratado", contestó sobre su futuro tras las reunión del comité de dirección del PP en el que se analizaron los resultados de los pasados comicios locales.

Aunque una parte de los dirigentes populares son conscientes de que Feijóo puede tener su futuro político alejado de Galicia y de que a otros muchos les gustaría que se pronunciara abiertamente al respecto, nadie de la veintena de miembros que forman el comité de dirección se atrevió a preguntárselo ayer. Pero como Feijóo intuía que la prensa le iba a preguntar por ello, adelantó en la reunión que iba a contestar, como así fue, que "no tocaba hablar de ello".

Lo que sí indicó fue que el partido había escuchado el mensaje dado por las urnas y que ahora tocaba mover ficha con la convocatoria de congresos para renovar equipos, con unas fechas que se darán a conocer después del 13 de junio cuando se constituyan los ayuntamientos. Su idea es celebrar los cónclaves provinciales y locales antes de las elecciones generales previstas para noviembre, pero eso depende de que la dirección nacional del PP lo autorice, y no parece estar por la labor de permitirlo, según las indicaciones emanadas de Génova. Por eso Feijóo matizó que compaginará la hoja de ruta gallega en sintonía con la nacional. Lo que sí está claro es que el congreso autonómico se convocará después de los comicios generales y antes de los autonómicos. Pero ahí ya no quiso entrar en si seguirá o no frente el PP gallego.

Los provinciales y locales estaban previstos para el primer trimestre de 2016, por lo que el adelanto sería, en todo caso de un par de meses. Fuentes del PP aseguran que no entienden del todo este adelanto, dado que desconocen si el presidente seguirá y que se corre el riesgo de colocar al frente de las organizaciones provinciales a gente nueva sin experiencia a escasas fechas de las elecciones generales, con lo que ello significa de responsabilidad para poner en marcha la maquinaria de campaña.

Por eso, algunos de los miembros del comité de dirección sospechan que algún presidente provincial, singularmente de A Coruña o de Pontevedra, donde el batacazo electoral ha sido más acentuado con la consiguiente pérdida de las diputaciones, podrían haber anunciado en privado a Feijóo su intención de renunciar, lo que obligaría al presidente del partido a ordenar la cascada de congresos y argumentar que la decisión responde a la necesidad de renovar los equipos.

Nadie en el comité de dirección manifestó su intención echarse a un lado, pero llamó la atención que el alcalde en funciones de A Coruña y presidente provincial, Carlos Negreira, comentara que la exposición completa y desarrollada de las causas de la derrota en su provincia se la daría en un ámbito más privado a Feijóo.

La segunda línea anunciada por el presidente del PP gallego pasa por elaborar un ponencia política en julio, abierta a los militantes, para marcar la estrategia futura, ajustándose a los principios de galleguidad y reformismo.

Y como tercer elemento de cambio, Feijóo aludió a una "nueva actitud" para recuperar el contacto directo con los ciudadanos porque, dijo, "hay mucha gente que no percibe el grado de trabajo del partido". "Las urnas nos pidieron que reaccionáramos y nos quedáramos en palabras", concluyó.

Preguntado sobre si cree que Mariano Rajoy debería dejar paso a un sucesor para ser candidato a las próximas elecciones generales, respondió que es el "principal activo" para la Presidencia del Gobierno. "No tengo dudas ni la tuve nunca", dijo.

Por la mañana, tras el Consello de la Xunta, ya había insistido en su confianza en Rajoy para "reconstruir" los votos perdidos de la misma forma que "reconstruyó el país" y afeó además a los barones del PP que se permiten dar "consejos" a Rajoy sin primero realizar una autocrítica de lo que pasó en sus respectivos territorios.

No quiso pronunciarse, en todo caso, sobre el grado de renovación que debe acometer el partido nacional y argumentó que sus opiniones las da en los órganos internos de la formación y rechazó también opinar sobre las voces que lo sitúan como posible relevo de María Dolores de Cospedal en la Secretaría General del PP. "Sería un despiste máximo (pronunciarse). Y no vamos a hacer un despiste sobre ciencia ficción", destacó.