Las mareas y los partidos que apoyaron la constitución de las mismas rechazan el modelo de alianza propuesto por el líder de Podemos, Pablo Iglesias, para concurrir a las elecciones generales previstas a final de año. El dirigente de la formación morada aboga por sumar a sus siglas un añadido en Galicia, una fórmula que no satisface a los actores con los que hoy mantendrá una reunión en su primera jornada de visita a la comunidad gallega. Estos tratarán de convencer al dirigente madrileño de apostar por una fórmula de unidad al margen de siglas establecidas antes de que Podemos elija a sus candidatos en primarias.

El alcalde de A Coruña y líder de la Marea Atlántica, Xulio Ferreiro, fue el único dirigente que se refirió ayer a la oferta de Iglesias para crear algo similar a la fórmula Podemos-Mareas. Advirtió a este de que "nadie está en condiciones de liderar nada porque así no se construyen los espacios de horizontalidad y confluencia". Durante un acto celebrado en el palacio de María Pita con el presidente del Deportivo, Ferreiro explicó unas líneas que comparten el resto de mareas. "El espíritu tiene que ser el de la Marea Atlántica, que nadie sea protagonista ni lidere más allá de la ciudadanía. Los partidos políticos deben estar detrás ayudando y empujando", añadió.

Iglesias desembarca hoy en Galicia para protagonizar actos en A Coruña y Ferrol, así como mañana en Santiago y Vigo. Sin embargo, su visita tiene como cita central el encuentro de hoy que mantendrá con el líder de Anova, Xosé Manuel Beiras. También se entrevistará con Yolanda Díaz (Esquerda Unida), y los regidores de A Coruña, Xulio Ferreiro (Marea Atlántica); Ferrol, Jorge Suárez (Ferrol en Común); y Santiago, Martiño Noriega (Compostela Aberta), así como miembros de la cúpula de Podemos-Galicia y la Marea de Vigo.

Los actores vinculados a las mareas están dispuestos a configurar una alianza de la izquierda rupturista, pero creando un nuevo sujeto político donde ninguna formación domine a otras para realzar el carácter ciudadano de la candidatura, que no estaría supeditada al control de una formación. El ascendente de Beiras resultará clave para intentar convencer al partido morado de emular el modelo de las mareas.

Iglesias llega a Galicia con una única concesión sobre la hoja de ruta de su partido, que en la asamblea de Vistalegre decidió concurrir a las generales bajo su marca. Solo aceptaría añadir siglas a modo de coalición en Galicia, Cataluña y Valencia por sus "especificidades".

Fuentes cercanas a las conversaciones de las mareas indican que la propuesta de Iglesias, que reservaría un cupo en las primarias de Podemos para añadir la cuota gallega, convierte en inviable la alianza, por lo que podría derivar en una cita electoral donde el partido morado y una fórmula tipo marea con Anova, Esquerda Unida, Compromiso y sectores ciudadanos y asociaciones compitan electoralmente. La decisión de Iglesias ya ha generado recelos en parte de sus bases, que reclaman un regreso al origen de la formación. También se han producido quejas contra el sistema de primarias por entender que favorece el control por parte del aparato.