Los socialistas todavía confían en recuperar el control de la Diputación de Lugo. El PSdeG en la Corporación provincial se ha dado una prórroga de una semana para retomar las negociaciones con el alcalde rebelde de Becerreá, Manuel Martínez, y el BNG para quitar el bastón de mando al PP con una moción de censura.

El gobierno de izquierdas en la Diputación de Lugo se frustró porque el regidor de Becerreá se negó a votar a un candidato alternativo -el alcalde de A Pontenova-, tras el veto que el Bloque impuso a su propia candidatura por su condición de imputado. No obstante, Martínez fue incluido en el Grupo Socialista, con lo que socialistas y nacionalistas suman 13 votos por 12 de los populares.

El portavoz socialista en la Diputación y alcalde de A Pontenova, Darío Campos, dio cuenta de la reunión mantenida el jueves por los 28 regidores socialistas en la provincia. "Se habló mucho en caliente, tenemos que reflexionar sobre lo que pasó. Ahora mismo estamos en la oposición y nuestra intención es organizar el Grupo Socialista en la Diputación como oposición y a ver lo que va pasando", afirmó. Campos señaló que esas negociaciones a dos bandos, con Martínez y con el BNG, se retomarán "pasada la próxima semana, después del pleno de organización" y se volverán a retomar "por los dos lados". "Nos daremos una semana de reflexión para instalarnos en la oposición y después intentar darle la vuelta a esto", declaró.

En cuanto a las negociaciones para la configuración de las diputaciones de A Coruña y Pontevedra, el portavoz nacional del BNG, Xavier Vence, informó ayer de que las conversaciones con el PSOE "avanzan" en "la documentación programática para llevar adelante un cambio de funcionalidad".

"Un avance en ese programa para comprometerse en un adelgazamiento de las estructuras, un cambio en las reglas de juego internas", manifestó en relación a la defensa de los nacionalistas por acabar con el "presidencialismo" de la institución y la "discrecionalidad" en el reparto de los fondos a los ayuntamientos.