La imputación por cuatro presuntos delitos durante su etapa como concejal de Urbanismo de Lugo ha colocado al secretario xeral del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, en una situación política muy delicada. Tanto que nada más tener conocimiento del auto de la juez Pilar de Lara llamó al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, para informarle y poner su cargo a disposición del partido. Es consciente de que a poco más de un año para las elecciones autonómicas, una imputación del cabeza de cartel y jefe de filas es una pesada losa. Sin embargo, Pedro Sánchez le pidió que continuase al frente del PSdeG y que no tomara decisiones "en caliente".

Por la misma razón, por la carga de profundidad que supone estar imputado por prevaricación, cohecho, tráfico de influencias y contra la ordenación del territorio, reunió ayer de urgencia a la ejecutiva autonómica para dar explicaciones de todas las gestiones y trámites municipales que dieron lugar a la intervención judicial. Ahí, según varias fuentes del partido, Besteiro informó de que había hablado con Pedro Sánchez y que ante su ofrecimiento para echarse a un lado -"porque no quiere ser un impedimento", dicen las mismas fuentes- el líder nacional de los socialistas le pidió que siguiese en el cargo. No obstante, ante los miembros de la dirección gallega no llegó a plantear el abandono del cargo. Dio abundantes explicaciones y todos los miembros de la ejecutiva que hablaron le manifestaron su apoyo ante lo que consideran una "persecución política y judicial". "Es una caza de brujas y no es casualidad el momento en que se produce la imputación. La reacción general en la ejecutiva fue de indignación, cabreo y rabia, de respaldar a Besteiro y de aconsejarle que no actuara con la cabeza caliente", asegura uno de los asistentes. Nadie pidió su cabeza, aunque todos son conscientes de las dificultades que entraña para el PSdeG el tener a su jefe de filas imputado.

Por eso, tras la reunión y ante los periodistas, Besteiro dio una respuesta enigmática cuando se le preguntó cómo afectaba a su cargo: "Cualquier tipo de decisión orgánica que pudiera suceder en los próximos días o semanas se comunicará en tiempo y forma".

Besteiro sugirió lo que dentro del partido se dijo abiertamente, que había intereses políticos detrás y una especie de persecución contra su persona y que su situación de indefensión era "inadmisible". Aseguró que no conocía el auto judicial, pero defendió la gestión municipal de un procedimiento urbanístico tramitado hace diez años con todos los informes técnicos favorables y recordó que al poco de acceder a la Secretaría Xeral, en octubre de 2013, tuvo conocimiento de que la juez De Lara investigaba el único piso de su propiedad, por lo que ya entonces remitió toda la información sin que volviera a saber del caso.

Añadió que tras dejar la Presidencia de la Diputación de Lugo, el pasado 24 de junio, una empresa inmobiliaria con intereses en la zona de O Garañón -sobre la que está centrada la investigación judicial- presentó un escrito al juzgado donde pedía su imputación y que solo ocho días después, la juez procedió a actuar contra él. "Cada uno que saque sus conclusiones sobre los tiempos judiciales y los tiempos políticos", dijo. Ante las "elucubraciones" de la juez por saber de dónde sacó el dinero para pagar el piso y las reformas, Besteiro indicó que de una cuenta vivienda y de una hipoteca y reclamó celeridad a la Justicia por el prejuicio que le causa a su honorabilidad, a su inocencia y a su familia.

Por su parte, el secretario xeral del PP gallego, Alfonso Rueda, se preguntó ayer qué "criterio" para imputados se aplicará a sí mismo Besteiro, a raíz de los "delitos muy graves" de los que se le acusa. "Se está hablando de delitos muy graves, de cohecho -dice- y, por lo tanto, lo que tiene que hacer es dar explicaciones". "Interesaría saber si va a ser el mismo que aplicó el PSOE a imputados de su partido a los que obligó a abandonar cargos o no poderse presentar a Presidencia; o si, ahora que le afecta a él directamente, hay que esperar a juicio oral", ironizó.