Alrededor de un millar de brigadistas protestaron ayer ante la sede de la Xunta en Santiago para denunciar la precariedad del servicio contra incendios, apenas una semana después de iniciarse la campaña contra el fuego, y el "desmantelamiento" de este sector público para favorecer a empresas privadas. La conselleira de Medio Rural, Rosa Quintana, negó las acusaciones y sostuvo que están contratadas prácticamente las 7.000 personas previstas. "No sé de dónde sacan lo del desmantelamiento", cuestionó.

La protesta fue convocada por los sindicatos UGT, Comisiones Obreras, CIG y CSIF y en ella cuestionó la política antiincendios de la Xunta hasta el punto de asegurar que esta "pone en peligro la vida de los trabajadores" a través de unas condiciones de trabajo "precarias". Entre estas, denunciaron la "falta de coordinación" entre brigadas, la ausencia de vestimenta apropiada, el clientelismo o la ausencia de reemplazos, mientras gritaban consignas como "Rosa Quintana, sal a la ventana", o "¿Quién apaga el fuego? Somos nosotros".

El portavoz de UGT, Carlos Rocha, estimó que faltan alrededor de 150 brigadistas para cubrir las plazas del dispositivo porque no se cubren las vacantes, al reducir de siete a seis miembros las cuadrillas. La CIG fue más allá y denuncia que algunas brigadas cuentan con dos o tres componentes, lo que "pone en peligro su "seguridad". Su portavoz en la protesta de ayer, Jesús Dorado, declaró, informa Europa Press, que gran parte del personal se contrata a través de "un montón de empresas privadas" o semipúblicas como Seaga.

"Galicia no está preparada para una ola de incendios", añadió Juan Carlos Rivas (CSIF), quien alertó de que la problemática se agrava año tras año. Por su parte, María José Fuentes (CCOO) reclamó la convocatoria de una mesa de negociación con Medio Rural no solo para cubrir vacantes, sino también para reconocer la categoría de los brigadistas como "bombero forestal" y abrir una convocatoria pública de empleo que consolide sus puestos.

Medio Rural, que ha abierto hace días el proceso para renovar material ignífugo para su personal antiincendios, rechazó las quejas. Su responsable, Rosa Quintana, no solo aseguró que estaban disponibles los 7.000 efectivos que prevé el Pladiga, sino que aseguró que la Xunta había cubierto todas las vacantes excepto el 1,9% en peones y el 3% de agentes, según declaró en una visita a Carballo, informa Efe.

También se refirió a este asunto el delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva, durante un acto en el concello coruñés de Bergondo. Allí alabó el trabajo de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y recordó que dos mil agentes de la Guardia Civil patrullarán los montes gallegos esta campaña.