Dos de las principales minas de Galicia dedicadas al wolframio se encuentran a algo más de 50 kilómetros. Por un lado, la de San Finx, en Lousame. Por otro, la de Varilongo, en Santa Comba. La misma firma, Grupo Inversor, explotaba ambas antes de quebrar en 2013 y ahora, mientras Sacyr anuncia la reactivación de las primeras, una empresa inglesa sondea las segundas para retomar también la actividad. La fiebre del wolframio ha repuntado en los últimos tiempos, aunque sin vivir el esplendor de los años 50.

En España el principal yacimiento se encuentra en la mina Los Santos, en Salamanca. Produjo 960 toneladas en 2013, según el Ministerio de Industria.

Las aplicaciones de este material y las compras de Estados Unidos para dotarse de stock han estabilizado los precios, tal y como apunta Sacyr como un argumento que favorecerá un "equilibrio" de demanda en el futuro. En la actualidad, el wolframio -o tungsteno- cuesta alrededor de 35 dólares el kilo.