La Xunta adelantará a este año la devolución a alrededor de 100.000 empleados del 25% de la paga extra de Navidad suprimida en 2012, en sintonía con la decisión del Gobierno central de hacer lo mismo con su plantilla a pocos meses de las elecciones generales previstas para final de año. De media los trabajadores autonómicos gallegos ingresarán 400 euros y supondrá un coste de 50 millones para las arcas públicas que se cargará a los presupuestos de este ejercicio.

La "holgura" de las finanzas gallegas que permitirá cumplir el límite del 0,7% de déficit para este ejercicio y la mejora en la recaudación -se comporta de forma "muy razonable"-, así como el permiso del Ejecutivo central para aplicar esta medida, fueron los motivos esgrimidos por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, para explicar su decisión, que acorta el calendario inicialmente previsto.

En diciembre la Xunta anunció que devolvería este año el 12,5% de la paga extra de Navidad y otro 12,5% en 2016. En 2018 todos sus empleados percibirían el sueldo íntegro previo a los recortes de los momentos más duros de la crisis, que incluyó, en el caso de los empleados gallegos, el complemento específico de 2013. Feijóo no concretó ayer si la mejora económica modificará el plan para restituir el 50% de la paga extra pendiente. "Cuando presentemos los presupuestos de 2016 podré responder", zanjó.

Sin embargo, el mejor comportamiento de la economía permitió este año adelantar ya el reintegro de un 25% a través de la Lei de Emprego Público -la mitad en la nómina del pasado mes de enero y la otra mitad tras las elecciones municipales del 24-M-. También lograron el mismo trato los empleados de la administración central y municipal. Ahora sumará otro porcentaje igual.

La paga extra de Navidad fue suprimida en el año 2012 por el Gobierno central de Rajoy para recortar el gasto público y embridar el déficit. Su decisión afectó, al ser normativa básica, al resto de administraciones, como autonómicas y locales.

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, anunció hace días no solo la restitución de ese 25%, así como una subida salarial del 1%, sino que también permitiría a las comunidades emular su decisión, que se plasmará en las nóminas en el último trimestre del año. Las elecciones generales están previstas en ese periodo, en función del momento que decida Mariano Rajoy, presidente del Ejecutivo.

Feijóo anunció que una vez el Gobierno apruebe un real decreto en septiembre con esa decisión, la Xunta tramitará una ley para devolver una cantidad que alcanzará 400 euros de media para cada uno de sus empleados, incluyendo a personal sanitario, docente y maestros de la enseñanza concertada.

La Xunta cuenta con 86.108 empleados, pero se beneficiarán del reintegro más de 100.000 porque se incluirá el personal no activo o que pasó a otras administraciones y el universitario (7.707). "Se tratará de abonar en el menor tiempo", dijo Feijóo.

El presidente de la Xunta negó electoralismo en estas medidas, las desvinculó de los comicios y las relacionó con la mejora económica. "Si fuimos capaces de remontar la crisis fue porque la responsabilidad de la sociedad gallega, junto con la responsabilidad del Gobierno, nos permite en este momento tener un horizonte mucho más despejado que la mayoría de las comunidades autónomas", comenzó antes de agradecer el "esfuerzo" de los empleados públicos y recordar que Galicia fue de las comunidades que mantuvo "más estable su plantilla".

Según el Instituto Galego de Estatística (IGE), la Xunta cuenta con 86.108 empleados, a fecha de enero, por 89.006 a los que pagaba en julio de 2009, poco después de llegar el PP de nuevo a San Caetano.

Por su parte, Comisiones Obreras presentó 700 firmas para solicitar un "trienio de compensación", además del regreso al nivel de retribuciones que tenía la plantilla pública en 2012.

Impuestos y guarderías

Tras el mal resultado de las elecciones municipales de mayo, los populares no solo anunciaron una renovación de caras y políticas, sino que, desde la Xunta, lanzaron varias promesas para mejorar el bolsillo de los contribuyentes, decisión que también acometió el Gobierno central de Mariano Rajoy a escasos meses de las elecciones generales.

En el caso de Galicia, el adelanto del abono del 25% de la paga extra se suma al anuncio de la bajada del tramo autonómico del IRPF, que el ejecutivo de Rajoy ya bajó este año y que ha prometido reducir también en 2016 si gana las elecciones, pues no está incluido en los presupuestos para el año que viene cuya tramitación ha iniciado.

Además, el presidente de la Xunta prometió un cheque generalizado "para todas las familias" que subvencionará las escuelas infantiles o un servicio de cuidador para los concellos más pequeños del rural.