Los lunes al sol en los astilleros de Ferrol dejaron de serlo con el contrato de un buque flotel para Pemex. Desde que los trabajadores de Navantia en la comarca cortaron la primera chapa para la petrolera mexicana en mayo del año pasado, la empresa pública anunció cuatro contratos: un buque para la Armada, 29 soportes para aerogeneradores de un parque eólico en Alemania, otros cinco para otra instalación marítima y cuatro petroleros a medias con Cádiz para cruzar el canal de Panamá. Navantia aspira a nuevos proyectos para luchar contra la crisis y paliar el paro que asfixia al sector naval en particular y a la comarca en general. Ayer mismo la compañía presentó su oferta para la construcción de dos buques de aprovisionamiento de combate (BAC) para la Armada australiana, a la que también opta la surcoreana Daewoo.

De adjudicarse el contrato, previsto para el próximo mes de diciembre, la construcción se llevaría a cabo "íntegramente" en Ferrol. En este concurso, Navantia parte con cierta ventaja, ya que Australia firmó con la empresa española en el año 2007 un proyecto por cerca de 1.200 millones para la construcción de dos buques anfibios y la cesión de tecnología y diseño de tres destructores.

La propuesta de Navantia fue entregada ante el Grupo de Apoyo y Adquisición de Capacidad (CASG) y la Organización de Material de Defensa de Australia (DMO) dentro del programa SEA1654 del país oceánico, según informó ayer la empresa pública en un comunicado.

Como modelo a seguir, Navantia pone el buque de aprovisionamiento de combate Cantabria, que el astillero construyó para la Armada española y está en servicio desde 2010. Se apoyará en los estudios que ha realizado en los últimos ocho años para la Mancomunidad de Australia para probar la idoneidad del buque.

Hace dos años el BAC Cantabria estuvo desplegado en Australia tras un acuerdo entre los dos gobiernos. Este buque está preparado para prestar apoyo logístico operativo a una fuerza naval o a una fuerza expedicionaria, además de poder colaborar en misiones medioambientales o humanitarias.

La presencia del navío español tuvo como objetivo incrementar la capacidad de apoyo logístico a las agrupaciones navales de la Marina australiana, aumentar la "interoperabilidad" entre la Marina y la Armada y proporcionar adiestramiento mutuo.

"La experiencia, valorada muy positivamente por la Marina Australiana, ha permitido poner a prueba las capacidades del BAC Cantabria y comprobar su interoperabilidad con otras unidades de su flota", destaca Navantia.

"Esta experiencia del año 2013 es una de las principales fortalezas de la propuesta de Navantia", añade la compañía.

La empresa española también persigue liderar el programa de defensa australiano para la construcción de tres buques antiaéreos basados en diseños españoles, ante los retrasos del proyecto.

El Gobierno australiano tiene previsto licitar la gestión de este programa que actualmente está en manos de la alianza formada por la DMO, la estatal ASC (Corporación Australiana de Submarinos) y Raytheon Australia, informa Efe.

Petroleros

El último contrato anunciado por Navantia para el sector naval en Galicia fue el pasado mes de mayo. Entonces la compañía comunicó la firma de un acuerdo con Ondimar, de la naviera Ibaizabal, para la contratación de cuatro petroleros que se construirán en los astilleros de Ferrol y Cádiz. La construcción de cada uno de los buques llevará unas 725.000 horas por unidad. Navantia estima como fecha de inicio de los trabajos el último trimestre de este año y el plazo de ejecución será de 21 años.