Los ganaderos gallegos sacaron de nuevo ayer sus tractores a la calle para protestar por los bajos precios de la leche que han puesto en riesgo la viabilidad de las explotaciones de la comunidad desde el fin de las cuotas lácteas el pasado abril. Si el pasado sábado día 1, centenares de tractores marchaban en Santa Comba para exigir soluciones a la crisis del sector lácteo y el pasado jueves hacían lo mismo los productores de Chantada, ayer se trasladaron a Arzúa. Medio millar de tractoristas recorrieron este concello en una ruta que los llevó hasta Melide para desde ahí volver al punto de partida. Las movilizaciones, organizadas por la Plataforma en Defensa do Sector Lácteo, seguirán mañana en Lalín y en las próximas semanas en Terra Chá, Sarria y Curtis como anticipo a la gran tractorada prevista en Santiago a comienzos de septiembre.

El responsable del Sindicato Labrego Galego (SLG), Xulio Fernández Carnero, destacó que la protesta fue "un éxito de participación" en la comarca. Los comercios también apoyaron esta iniciativa y muchos aceptaron cerrar sus negocios durante un par de horas como les había pedido el sindicato.

Las organizaciones agrarias alertan de que más de 3.000 granjas gallegas -el 30% de las casi 10.000 que venden leche a la industria- reciben menos de 26 céntimos por litro, por debajo de los 30 fijados por el Gobierno para cubrir los costes de producción. A finales de mayo, los sindicatos ya habían denunciado ante el Ministerio de Agricultura la existencia de más de un millar de contratos que consideraban "fraudulentos" porque los productores apenas percibían entre 18 y 22 céntimos por litro. Pese a que las organizaciones pedían recolocar a los afectados con otras empresas, la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) del ministerio todavía investiga la legalidad de estos contratos. De hecho, desde que hace cuatro meses presentaron la denuncia, calculan que el número actual de ganaderos que no cobran más de 22 céntimos ha aumentado hasta los 2.500 y que la mitad de las explotaciones no ingresan lo suficiente para hacer frente a los gastos.

Mientras los ganaderos acusan a la Xunta de dejadez con los problemas del lácteo gallego, desde la Consellería de Medio Rural defienden que no hay "soluciones mágicas" porque estabilizar el sector a medio y largo plazo no es posible sin una reestructuración. La conselleira Rosa Quintana destacó que esa reorganización pasa por potenciar la industria y que ésta opte por darle un valor añadido al producto.

Quintana matizó que las "soluciones mágicas" quedan "muy bonitas" para "decírselas a la gente" pero "cuando al analizarlas se descubre que esa no es la manera de arreglar el problema". Por eso, pide a los sindicatos que aporten medidas que puedan suponer una solución. "Y si son legales y viables se adoptarán", aclaró.