El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tiene un plan para remontar en las encuestas y superar el batacazo que supusieron las elecciones municipales del 24-M: bajar a la calle y lanzar una ofensiva de comunicación para explicar los logros económicos de sus cuatro años que, sostiene, evitaron la quiebra de España. Esa idea del "puerta a puerta y vecino a vecino" fue la que lanzó ayer a un grupo de cinco alcaldes y cargos del PP con los que mantuvo un almuerzo tras su visita al balneario de Mondariz. Ya antes ante los medios reconoció que se reuniría con miembros de su formación "para ir trabajando un poco de cara a las elecciones generales".

Tras los comicios de mayo, el PP lanzó un cambio de imagen y renovó algunos rostros para mejorar la comunicación del partido. Han pasado los peores momentos de la crisis y la estrategia idónea pasa por implicar al partido y al Gobierno en la difusión de lo que entienden superación de la crisis. El propio Rajoy anunció a sus compañeros de mesa que él mismo intensificará su presencia en los medios de comunicación. Pero sin trabajo, dijo, no se consigue nada, según confirmaron varios de los asistentes.

Entre los comensales se encontraban el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo; el vicepresidente del Gobierno autonómico, Alfonso Rueda; el delegado territorial del Ejecutivo, José Manuel Cores Tourís; la secretaria provincial del PP de Pontevedra, Rocío de Sinde; y la directora xeral de Turismo, Nava Castro. Entre los alcaldes estaban los de Mondariz-Balneario, A Cañiza, Arbo, Crecente y Mos, así como los portavoces del PP en Ponteareas, As Neves y Mondariz.

La nueva estrategia parece haber dado un respiro al PP, que ha remontado ligeramente en las encuestas. De hecho, las fuentes consultadas coinciden en señalar que percibieron "fuerte" el jefe del Ejecutivo, que vaticinó, durante un almuerzo "distendido y ameno" que se prolongó durante tres horas hasta las seis de la tarde, un "buen resultado" en los comicios. "Este gobierno no fue un chiste", añadió para reforzar el leitmotiv de la campaña: en 2011 España se arriesgaba a un rescate, en 2015 crece y reduce el desempleo.

No solo las elecciones centraron la conversación, en la que Rajoy intercaló anécdotas del inicio de su carrera política, pues uno de los regidores presentes expuso de nuevo la necesidad de impulsar la reforma para que gobierne la lista más votada, que el PP lanzó antes de las municipales pero acabó aparcando. El presidente del Ejecutivo y de los populares respondió que debería abordarse desde una perspectiva de Estado y con consenso, algo que no logró cuando se puso sobre la mesa. Antes de la comida, Rajoy ya adelantó ante los medios que durante sus vacaciones aprovecharía para pulsar el sentir ciudadano. "Quiero hablar con la gente en la calle, quiero escuchar a la gente", declaró antes de reconocer que visitará más puntos de Galicia en un asueto interrumpido para votar en el Congreso el rescate a Grecia.

Durante su visita estuvo acompañado también por la ministra de Fomento, Ana Pastor; el presidente del PP en la provincia de Pontevedra, Rafael Louzán, y otros alcaldes como los de Covelo o Salvaterra. Allí incluso probó el agua de "uno de los pueblos más emblemáticos" de la comunidad y firmó en el libro de visitas del consistorio.

El presidente del Gobierno eligió este lugar por ser un punto de referencia del turismo termal y por su amistad con el alcalde, José Antonio Lourenzo. También aprovechó para recordar precisamente el incremento de un 19% de turistas extranjeros en Galicia durante el primer semestre del año, superando el Xacobeo de 2010. En España, el incremento alcanzó el 4,2%. "Si vienen tantos turistas, será por algo", añadió.