La ola de incendios en los montes gallegos parece remitir con la bajada de las temperaturas, pero el debate político en torno a por qué arde el bosque se caldea. Después de un fin de semana con 134 incendios, de los cuales el 40% prendieron de madrugada, y más de mil hectáreas ardidas, el llamamiento de la Xunta a "la colaboración ciudadana" ante "una actividad incendiaria no vista en los últimos años" y las críticas a los concellos por no limpiar los montes y el lamento porque los vecinos no denuncian a los incendiarios, la oposición salió ayer en tromba contra el Gobierno autonómico.

Aunque los políticos acostumbran a sostener que la batalla contra el fuego debía ser una cuestión alejada de la lucha partidaria por ser un mal endémico del país, cada vez que arde el monte, Xunta y gobierno se enzarzan en un rifirrafe dialéctico.

El ataque más duro vino de la boca de la portavoz de AGE, Yolanda Díaz, quien presentó la recién aprobada reforma de la ley de montes como "el mechero necesario para incendiar al país", al "permitir la recalificación de montes calcinados" y calificó de "tercermundistas" las condiciones en que trabajan los efectivos de extinción. El PSdeG, por su parte, lamentó "el falso victimismo" del PP gallego "cada vez que hay un incendio" y cuestionó el dispositivo de lucha contra el fuego porque es "insostenible económicamente e inoperativo". Pidió un giro y destinar más recursos a "prevención" y no a "extinción".

Desde el BNG, ven "muy típico de Feijóo echar la culpa a los demás" y aseguran que en Medio Rural "se limitan a rezar al Apóstol para que llueva". Los sindicatos CIG y UGT denunciaban ayer falta de medios, plazas sin cubrir y recursos obsoletos en el dispositivo de extinción de fuegos.

La Consellería de Medio Rural salió a responder que más del 94% de las plazas del operativo están cubiertas y a defender el sistema de prevención y lucha "más potente de toda España, con 7.000 personas velando por los montes gallegos".

Más contundente fue en su réplica a AGE. Aseveró que es "rotundamente falso" y lamentó que se intente "confundir a la ciudadanía" con la nueva Ley de Montes aprobada en el Congreso. La Xunta sostiene que "no abre la puerta a la recalificación indiscriminada para iniciar procesos urbanísticos o especulativos en terrenos forestales antes de que se cumplan 30 años antes del último incendio". Explica que solo permite excepciones cuando el cambio ya estuviera previsto antes del incendio y por "razones imperiosas de interés público de primer orden".

El decano del Colegio de Ingenieros de Montes y exconselleiro de Medio Ambiente con el PP, Carlos del Álamo, propone hacer rentables los montes para que dejen de arder. "La principal prevención es hacer el monte rentable, que esté vivo y que haya quien viva del monte y tenga interés económico en el monte", explicó. "Hay montes en Soria, Segovia, Burgos o Teruel que no han sufrido nunca un incendio".

Del Álamo pide más incentivos fiscales para los dueños del monte y ve más efectivo dotar de más recursos a la Fiscalía para que investigue que elevar las penas a los incendiarios.