El parque automovilístico español acelera su envejecimiento hasta los 11,4 años de antigüedad, pero en el caso de los vehículos matriculados en Galicia, la edad media alcanza los 12,2 años, con un total de 1,6 millones de vehículos. La media gallega está por encima de la estatal, que, según la asociación española de fabricantes de automóviles y camiones (Anfac), "ya es de por sí muy elevada".

"A pesar de los buenos resultados de los programas de incentivos a la compra, impulsados por el Gobierno, que han permitido achatarrar muchos vehículos, el envejecimiento del parque móvil ha continuado", señalan. La entidad cifra en 1.500 euros el ahorro mínimo por acogerse al Programa de Incentivos al Vehículo Eficiente (PIVE) y sustituir un vehículo de más de 10 años por uno nuevo.

El colectivo apunta que en la década anterior el mercado automovilístico mostraba volúmenes habituales "muy por encima a los de hoy en día, por lo que existe un importante déficit de renovación". Para el sector de automoción, destacan, "es una prioridad rejuvenecer el parque móvil", pero también creen que es importante para la sociedad porque un coche nuevo "puede salvar vidas".

En este sentido, la organización apunta que existen argumentos reales en materia de seguridad vial, medio ambiente, eficiencia energética, ahorro económico o confort que pueden ser decisivos para sustituir el coche antiguo. En este sentido, insisten en que poseer un vehículo de última generación puede ser "un seguro de vida" debido a que algunos vehículos ofrecen tecnologías muy avanzadas en relación con la reducción de la siniestralidad. Desde Anfac añaden que las nuevas tecnologías también ayudan a mantener una actitud más relajada dentro del automóvil mejorando la calidad del viaje. En cuanto al impacto ambiental, indican que un coche actual emite un 30% menos de dióxido de carbono que uno de más de diez años. Los ciudadanos también podrían -apuntan- reducir hasta un 30% en consumo con una media de 900 euros al año.