Las últimas cifras de la Encuesta de movimientos turísticos en Fronteras (Frontur) publicada ayer revelan que entre enero y julio Galicia recibió 611.000 visitantes extranjeros, casi un 11% más que en el mismo periodo del año pasado, lo que supone "un máximo histórico" de visitantes de otros países. El incremento de foráneos también se da en el caso del excursionismo internacional, que trajeron a tierras gallegas a más de dos millones de personas desde principios de año. El 89% de las estancias de un día se corresponden con turistas portugueses. Portugal acapara además la mitad del conjunto de viajeros que visitan Galicia más de una jornada y se quedan a dormir en alojamientos de la comunidad. El turismo gallego vive un año de recuperación y sobre todo un verano con ocupaciones por encima del 70% que han permitido al sector aumentar su rentabilidad en el primer semestre -no se incluyen cifras de julio- y lograr los resultados más altos desde 2009 pese a que parte de los visitantes escogen otras formas de alojarse.

Los datos del Ministerio de Turismo recogen que de los 453.151 extranjeros que de enero a junio visitaron Galicia, el 33% -unos 150.700- en lugar de pasar la noche en alojamientos reglados optaron por casas de familiares y amigos o viviendas propias y en alquiler. Aún así, el 66% de los turistas internacionales prefieren hospedarse en hoteles y establecimientos similares y así lo hicieron 302.400 viajeros que eligieron la comunidad gallega para pasar sus días de descanso en los seis primeros meses del año. Aunque el número de foráneos que contrataron una habitación de hotel aumentó un 12,5% respecto al año pasado, también subieron en la misma proporción los turistas que durmieron en ofertas alegales o ilegales como pisos y apartamentos turísticos en edificios residenciales.

Pese a que tres de cada diez viajeros internacionales no pagaron una habitación de hotel, el gasto total del turismo internacional creció un 7% más en relación a 2014. Los visitantes foráneos que viajaron a la comunidad este año se dejaron cerca de 383 millones de euros. La tendencia parece seguir en verano debido al incremento del turismo internacional, ya que solo en el mes de julio -ya en temporada alta- Galicia aumentó el número de viajeros extranjeros en 6% respecto al mismo mes del año pasado hasta alcanzar los 158.480 turistas.

Los hoteleros trabajan esta temporada estival con optimismo y después de las buenas cifras de julio esperan que ocurra lo mismo en agosto, pese a la adversa meteorología de este mes, para así obtener los mejores resultados desde el inicio de la crisis.

Pero también son conscientes de que una vez más tendrán que enfrentarse a la competencia desleal que llevan denunciando desde hace años. La situación se agudizó con la recesión, sobre todo con el boom de los anuncios en la Red para alquilar viviendas por días o semanas que operan al margen de la ley sin pagar impuestos y también con el repunte del intercambio de casas entre particulares.

El fenómeno del alojamiento en establecimientos no reglados no es tan acusado entre los viajeros extranjeros y es más frecuente, sin embargo, entre los turistas procedentes de otras comunidades autónomas, que suponen el 60% del total. La última Encuesta de movimientos turísticos de los españoles (Familitur) del Gobierno que hace referencia al balance de 2014 revela que de los 6,5 millones del territorio nacional que se trasladaron a Galicia en algún momento del año, solo un millón -apenas el 15% del total- se quedaron a dormir en hoteles, campings, casas de turismo rural o apartamentos reglados.

Casi la mitad -3,2 millones- optaron porque los acogieran parientes y amigos en sus casas. El resto se reparte entre los 1,5 millones que pasaron sus vacaciones en viviendas en propiedad que usan en verano y que son la cuarta parte del total. La clasificación de la encuesta recoge que más de 300.000 viajeros se alojaron en viviendas alquiladas y en otros establecimientos.