Las campañas de concienciación apenas surten efecto entre los conductores que se ponen al volante con una copa de más, circulan sin cinturón, usan habitualmente el móvil mientras conducen o pisan más de la cuenta el acelerador. "Se conciencia a base de denuncias", lamenta el jefe accidental de la Guardia Civil de Tráfico en Galicia, Antonio Hidalgo. Pese a las mejoras en materia de seguridad vial en Galicia durante la última década, que se rebajó a más de la mitad el número de muertos en la red viaria de la comunidad, todavía queda mucho camino por andar. "Hay que seguir incidiendo en alcohol y drogas, velocidad y uso del cinturón", reitera el comandante Hidalgo.

Los datos hablan por sí solos. De los 34 accidentes mortales ocurridos en lo que va de año en las carreteras gallegas -sin contar peatones y motoristas-, un total de 10 fallecidos viajaban sin cinturón de seguridad. O lo que es lo mismo, un tercio de las víctimas mortales en siniestros de tráfico en la comunidad no llevaban sistemas de seguridad.

La población de mayor riesgo en Galicia son los conductores y peatones de mediana edad. Si hace diez años, la mayoría de fallecidos en carretera eran jóvenes, en la actualidad la accidentalidad se ceba con los mayores de 45 años. Desde julio, un total de 15 personas murieron en accidentes de tráfico en la red viaria de la comunidad de las que solo dos eran menores de 30 años. El verano pasado, los siniestros en Galicia dejaron un total de 17 fallecidos, dos más que en lo que va de periodo estival, de los que solo uno tenía menos de 30 años.

Pese a que este verano llovió menos que el pasado, la accidentalidad con motocicletas también disminuyó: tres fallecidos desde julio frente a los seis de 2014.