Antes de que acabe el año la Xunta prevé aprobar el proyecto para regular los pisos que se alquilan a turistas en verano. El Gobierno gallego prevé legalizar hasta 3.000 alojamientos de este tipo en los dos primeros años en vigor y establece sanciones entre 900 y 9.000 euros para los arrendatarios que no presenten la autorización para ejercer esta actividad. El representante de la provincia de A Coruña en el Clúster de Turismo de Galicia, Francisco Canabal, alerta de las pérdidas para los hoteles y el Estado que genera esta economía sumergida al no tener que pagar impuestos ni dar de alta en la Seguridad Social a los trabajadores.

-El turismo gallego vive uno de sus mejores años. ¿Se ha logrado poner coto a la competencia desleal que se agudizó con la crisis?

-La competencia desleal es un problema generalizado en toda España en el que tanto el Gobierno como las autonomías empiezan a tomar medidas. Es un asunto muy grave que cada año va a más porque antes los turistas conocían a los dueños de las habitaciones que alquilaban o reservaban por teléfono. Hoy en día esta práctica se ha extendido y se anuncian por internet a precios muy baratos. La población de Sanxenxo y otras localidades del litoral se multiplica en verano y muchos de los viajeros no se alojan en establecimientos reglados.

-¿Qué incidencia tienen estos alojamientos no reglados en el sector turístico gallego?

-Se escapan de Hacienda y de la Seguridad Social, y tampoco pagan el Impuesto de Actividades Económicas. No solo se trata de un problema con las arcas públicas sino también con la seguridad. Los hoteleros damos fichas de nuestros clientes a la policía y en los pisos sin regularizar existe ese peligro.

-La aprobación del decreto para regular estos alojamientos no llegó para el verano y habrá que esperar, al menos, a otoño...

-Lo importante es que las administraciones ya están concienciadas para actuar. En invierno solo se hacen ofertas en grandes ciudades o zonas monumentales como Santiago o Madrid pero no en las de playa. Esperemos que de cara al próximo verano ya se hayan regularizado muchos de estos espacios no sometidos a control alguno. El Gobierno ha tomado medidas porque se dio cuenta de que se escapaba mucho dinero al haber desempleados que cobraban el paro y al mismo tiempo trabajan en estos pisos.

-¿Cómo les afecta a los empresarios turísticos?

-Nos perjudica en la ocupación y en el precio. Toda esa gente que duerme en pisos ilegales se alojaría en hoteles y negocios reglados, lo que nos permitiría subir los precios y los salarios a los trabajadores e incluso hacer reformas.

-¿Se han pospuesto muchas reformas por la crisis?

-Los hoteles gallegos están bien equipados pero en una industria tan potente como el turismo hay que innovar siempre para no quedarse obsoletos. Las cosas se desgastan y su descuido puede suponer perder estrellas o puntuación en los portales de reservas de hoteles de internet. Los empresarios aguantaron según su ocupación y algunos no pudieron invertir en compras. Estamos saliendo todavía de una crisis muy grande de siete años.

-¿Qué cambio supondrá para el sector la aplicación del decreto del Ejecutivo autonómico?

-Hasta ahora los inspectores solo acudían a estos negocios si alguien hacía una denuncia. No vale de nada hacer inspecciones hasta que haya una ley para los pisos turísticos que acabe con el vacío legal del que se aprovechan.

-¿Cree que con la recuperación del sector se incrementará la ya sobreoferta actual con la apertura de nuevos negocios?

-Crecerá igualmente porque a los hoteles y pensiones que están reglados y que ya suponen una sobreoferta hotelera en la comunidad habrá que sumarles los no reglados cuando se regularicen. En cuanto a la apertura de nuevos locales, los hoteles son palabras mayores porque se necesitan muchos millones para abrir uno. Es más fácil en los bares o restaurantes, que solo necesitan una licencia.

-¿Cómo puede el sector evitar que la sobreoferta no impida buenos datos de ocupación?

-Con mucha promoción para atraer a más gente, aunque una vez que se aplique el reglamento a los pisos turísticos ilegales más de la mitad desaparecerán porque no les compensará. La mayoría están gestionados por personas con otra ocupación y sin estar dados de alta que pueden ser rentables para sus propietarios. Pero cuando se entra en el circuito de pago de impuestos no es tan fácil para todos sobrevivir.

-¿Será la regularización el fin de esta competencia desleal?

-Ocurre como el carné de conducir con puntos que ha provocado que los automovilistas tengan más miedo porque saben que pueden ser sancionados, aunque alguno incumpla igual las normas. En los pisos turísticos hasta ahora los infractores quedaban impunes y no se enfrentaban a ninguna sanción. Lo importante es que todo esté reglado y que esta competencia desleal se reduzca, aunque no sea al 100%.