"Los dos presidentes que más hicieron por España y menos por sí mismos son Adolfo Suárez y Mariano Rajoy", aseveró ayer el titular de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. El elogio del político gallego hacia el inquilino de la Moncloa no es baladí. Feijóo no incluyó a José María Aznar, el otro presidente del PP en España, y además equiparó a Rajoy con Suárez, un político al que Feijóo ha demostrado admirar en reiteradas ocasiones y del que ha dicho que representa "la política con mayúsculas, la que une, remueve obstáculos y encuentra una solución para cada problema". Suárez, ya fallecido, es ahora considerado uno de los mejores presidentes de España y se valora especialmente que aunque su carrera política fue breve y el final fue el de un perdedor fue una figura clave para que la democracia cuajase en España.

De Rajoy, Feijóo valora que antepuso sacar al país de la crisis económica con decisiones "difíciles" y aunque ello supusiese "desgastarse a sí mismo y al partido, pero nunca a España". "El presente es mejor porque está presidido por Rajoy y el futuro será mejor porque seguirá presidido por Rajoy", declaró ayer Feijóo, en Soutomaior, donde no hubo ni una velada alusión a su futuro político. Aunque el de ayer era el primer cara a cara público de Rajoy y Feijóo, después de que el primero dejase claro que "quiere" que el titular de la Xunta opte a un segundo mandato en Galicia, ni uno ni otro mentaron el tema. El líder del PP gallego el pasado mes de julio ya había dejado claro que no tomará una decisión sobre su futuro hasta "el próximo año, tras las elecciones generales". El partido intenta aparcar la cuestión por el momento. La prioridad ahora son las elecciones generales, y el resultado de estos comicios lo decidirá todo.

En contraposición a un Rajoy que deja a España "en mejores condiciones que hace cuatro años", Feijóo advirtió contra la oposición, especialmente contras las mareas, que se han hecho con las ciudades de A Coruña, Santiago y Ferrol: "En los últimos meses solo se entretuvieron repartiéndose cargos para no dejar gobernar a los que ganamos, discutiendo por las listas de las Cortes o planteándose cómo se llaman para obtener más votos".

Feijóo tenía artillería contra ellos y se explayó: "Dejaron el traje de superhéroes en la cabina electoral y ahora son mortales que tienen que cumplir con la ley y los presupuestos, y no se les conocen más ideas que discutir si entran o no en la catedral, si gestionan el agua de su ciudad, cuya empresa presiden, o si no recepcionan una obra de la que son promotores".

Tras el palo de las elecciones municipales, Feijóo aseguró que el PP fue "el único que escuchó las urnas y en lugar de regodearse en los votos alcanzados se fijó en los que no consiguió". "Espabilamos", aseveró.