La undécima reforma de la Lei do Solo, que sustituirá a la de 2002, flexibilizará los criterios para construir en suelo rústico con el objetivo de "dar vida" al rural. El objetivo de la Xunta es aprobar el nuevo marco que regirá el urbanismo en la comunidad a finales de este año o principios del próximo.

Las casas tradiciones en los núcleos rurales -las que tengas más de 40 años- podrán ser ampliadas siempre que no supongan un aumento de la edificabilidad superior al 50% y que no se desvirtúe la tipología de la vivienda y se adapte al entorno. En la actual ley de ordenación urbanística y protección del medio rural en Galicia solo se permitían ampliaciones en edificaciones existentes en suelo rústico (suelo rural no urbanizable), pero hasta un máximo de un 10%.

Además se relajarán los límites impuesto a nuevas edificaciones par evitar la dispersión poblacional. Como sugerencia de la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp), la reforma de la Lei do Solo suprimirá la delimitación obligatoria de las núcleos rurales tradicionales como máximo a 50 metros de las edificaciones existentes.

Las nuevas construcciones en suelo rústicos deberán tener un volumen máximo similar al de las casas tradicionales ya existentes, con una altura máxima de siete metros.

La superficie de la parcela debe ser, como mínimo, de 2.000 metros cuadrados; la construcción podrá ocupar un máximo del 20% del terreno; tendrá que minimizarse el impacto visual y mantenerse en su estado natural, como mínimo, el 50% de la parcela.