Rafael Louzán renunció esta semana a su acta en la Diputación de Pontevedra. No desvela si optará a seguir presidiendo el PP provincial, pero sí que se están negociando ya algunas mociones de censura. Reconoce que las reformas del Gobierno central afectaron directamente a la pérdida de miles de votos en las pasadas municipales.

-¿Le ha costado decir adiós después de veinte años en la Diputación de Pontevedra?

-No, lo hice con absoluta normalidad. Fue mi decisión personal manifestada ya el 26 de mayo

-El resultado de las elecciones forzó a muchos dirigentes de su partido a tomar la puerta de salida, aunque algunos para ir al Senado. ¿El PP le ofreció otro destino?

-No. Tengo dos responsabilidades, la presidencia provincial del partido y de la Federación Gallega de Fútbol y ambas son compatibles. Hay vida más allá de los cargos públicos. Dejo la Diputación porque creí que debía hacerlo y si los acontecimientos fueran otros y yo presidiera la Diputación, también tenía claro que no estaría la legislatura completa.

-¿Dejará también la presidencia provincial del PP?

-De momento sigo como presidente. Luego ya tomaré la decisión oportuna. Tenemos unas elecciones generales a las puertas y eso es lo que nos ocupa.

-¿Está el PP preparado para gobernar sin mayorías absolutas y cuando es un partido que no se destaca precisamente por sus alianzas?

-En la provincia de Pontevedra esto no es así. En el mandato anterior teníamos doce gobiernos municipales con mayoría simple y ahora tenemos dos, bueno, pero a corto plazo podemos tener algunos más y más todavía a medio y largo plazo por las alianzas de partidos que nada tienen que ver entre sí. En el contexto del Estado, el PP debe ser el vencedor y si no tiene mayoría absoluta deberá buscar alianzas por el interés general.

-El PP ha perdido miles de votos en las municipales. ¿Qué falló en su provincia?

-Perdimos unos 78.000 en total: unos 32.000 en Vigo y 7.000 en Pontevedra. Por lo tanto, en las ciudades fue donde tuvimos el descenso más considerable. No fue un solo factor el que influyó, pero las reformas que se llevaron a cabo para salvar este país nos perjudicaron. Hay que asumirlo, porque el PSOE nos dejó un país en la ruina y tuvimos que sacar adelante reformas que a lo mejor los ciudadanos no las entendieron o no fueron bien explicadas. El desgaste lo sufrió el PP, pero valió la pena por el beneficio que va a sacar el país.

-El PP gallego en su ponencia política aboga por un cambio de actitudes y de ideas para volver a conectar con la sociedad. ¿Cómo se hará esto en concreto?

-No hay que perder de vista el contexto. Estamos en un proceso de recuperación, pero aún estamos lejos de esas cuotas necesarias para lograr la estabilidad económica de las familias y las empresas. Es un camino que esperamos recorrer en los próximos meses para que la recuperación sea la definitiva, pero mientras eso no se dé, la contribución que podemos hacer los políticos es estar cerca de las personas y atender sus preocupaciones. Necesitamos ese tiempo para la recuperación y también para que el partido pueda ratificar esa cercanía con los ciudadanos. El PP sabe gestionar, sabe hacer y a veces no sabemos tan bien comunicar.

-¿Tal vez se acomodaron demasiado al despacho?

-A mí me gusta pisar la calle. Lo que pasa es que a lo mejor pudimos tener un exceso de confianza.