La firma del acuerdo auspiciado por el Ministerio de Agricultura que persigue atajar la crisis de precios del sector lácteo ya tiene fecha: será el día 23, es decir, el próximo miércoles. Así lo anunció ayer la ministra Isabel García Tejerina, quien enfatizó que "todos" los eslabones e integrantes de la cadena -productores, distribución e industria- están convocados a la rúbrica de un documento que, apuntó, se atiene al principio de acuerdo del pasado jueves y que busca la "sostenibilidad" y "transparencia de la cadena de valor de la leche", aunque admitió que quedan, como apuntaba entonces, "flecos y detalles" por cerrar.

El preacuerdo anunciado hace una semana no recibía el visto bueno de los ganaderos gallegos agrupados en la Plataforma pola Defensa do Sector Lácteo, que, en los últimos días, y tras levantar la tractorada de Santiago, decidieron bloquear toda la industria láctea de Galicia para presionar que se incluyesen sus reivindicaciones de "garantías": qué se entiende por precio sostenible y sanciones en caso de incumplimiento, además de una entrada en vigor de nuevos contratos cuanto antes, el 1 de octubre.

Durante ese tiempo, también distribución e industria, al menos algunas empresas, como Mercadona o Vegalsa-Eroski, con anuncios apuntando a la recuperación de los precios, emulados por industrias como Celta y Capsa, hicieron "gestos" a los que los productores lácteos se mostraron receptivos. Esos guiños, junto al convencimiento de que su presión había mejorado un acuerdo inicial "flojo", hicieron que la Plataforma do Sector Lácteo decidiera abandonar el bloqueo general a la industria -que de rebote conllevó una huelga de entregas y en torno a unos 30 millones de litros tirados- para centrar su atención en la distribución y en un "bloqueo selectivo"a las empresas reacias al convenio, ante las que se mantendrían "vigilantes".

Las mismas condiciones de los ganaderos gallegos las pusieron sobre la mesa el jueves pasado dos organizaciones agrarias, UPA (Unións Agrarias) y COAG (Sindicato Labrego Galego), que presentaron alegaciones en ese sentido al preacuerdo. Roberto García, de Unións Agrarias, explicaba ayer que UPA firmará si se incluyen los puntos reclamados, tras lamentar no disponer de novedades sobre la disposición del gabinete de Tejerina a hacerse eco de sus demandas antes de convocar la firma. Un día antes, el Sindicato Labrego Galego enfatizaba también que velarían por la inclusión "definitiva" de esas enmiendas (incluida la retirada inmediata de los contratos a la baja) en el texto final.

La ministra indicaba ayer que el acuerdo, que definió como "absolutamente positivo para todos los ganaderos del sector lácteo español, ya que todo lo que contiene son beneficios a su favor", se atenía, en general, al de la semana pasada. Pese a los "flecos y detalles" por cerrar y a destacar que cada eslabón de la cadena tendrá que poner "algo de su parte", la ministra aseguraba que "el gran acuerdo" se había alcanzado entonces gracias al "gran cambio" que, "sin ninguna duda", dio la distribución y la industria, que "beneficiará al conjunto de los ganaderos". Con el documento, resaltó, "todos los ganaderos ganan", independientemente de que firmen o no al ser convocados, ya que se trata de una medida que no solo busca impulsar el precio de la leche, sino fortalecer al sector, según Agricultura.

García Tejerina expuso estas conclusiones tras reunirse con representantes de Capsa y Leche Celta, que el lunes materializarán un acuerdo para la creación de Iberleche, con el fin de comercializar conjuntamente la marca de distribución, lo que consideró una buena noticia para el conjunto del sector lácteo, al augurar que "se traduce en mayor sostenibilidad".

Dar sostenibilidad y transparencia a la cadena de valor es precisamente el objetivo del acuerdo que las partes están invitadas a firmar el miércoles y en el que los tres eslabones "han puesto algo de su parte para que todo el trabajo del Gobierno y los compromisos de la industria y la distribución tengan mayor repercusión". García Tejerina agradeció el esfuerzo de quienes colaboraron de forma constructiva con su departamento para poner encima de las mesa las medidas que van a "favorecer la estabilidad del conjunto de la cadena, y de manera muy especial", resaltó, "a quien hoy está más necesitado de esta sostenibilidad, que son los ganaderos". Por su parte, la Xunta, expresaba ayer por boca de su presidente, Alberto Núñez Feijó, que estará "expectante" y que vigilará que se cumpla el acuerdo. "Lo que vamos a plantear es que se cumpla en su contenido, alcance y efectos", avisó.