El huevo es uno de los alimentos básicos tanto cocidos, fritos, en tortillas o revueltos, como base de platos empanados o como ingrediente en la mayoría de recetas de repostería, salsas o mayonesas. Desde 1991 se prohíbe el uso del huevo fresco en la restauración, por lo que en estos casos se deben someter a un tratamiento después de retirar la cáscara y las membranas. El resultado son los ovoproductos, entre los que destaca el huevo líquido pasteurizado, el más usado en hostelería y en la industria alimentaria en España.

La Granja Campomayor de Palas de Rei (Lugo) empezó en 1940 con 300 gallinas y hoy es líder con casi medio millón de animales que producen 600.000 huevos al día. Además de ser la primera planta de huevo líquido en Galicia, desde ayer cuenta con un sistema pionero de pasteurización en España. El proceso se llevará a cabo en la planta de pasteurización de huevo líquido de la empresa que ayer inauguró el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, quien destacó la importancia de iniciativas emprendedoras como ésta que apuestan por la innovación tecnológica para generar valor añadido y mantener la salud del rural gallego.

La innovación en este caso tiene que ver con el proceso de pasteurización, el tratamiento térmico al que se somete al huevo líquido para eliminar los microorganismos como la salmonella que pueda contener. Con el tratamiento estándar se alcanza una temperatura de 65 grados, pero Granja Campomayor utilizará en su nueva planta un sistema de calentamiento por ondas con la que se podrán superar los 70 grados y de esta forma "prolongar el tiempo de caducidad y aumentar la calidad del producto", según explicó ayer el director comercial de la empresa, Rodrigo García.