El diputado del PSdeG Xosé Sánchez Bugallo ha denunciado este jueves que "el destrozo" que ha causado en Galicia la reforma de la Ley de Costas es "mayor de lo imaginado", pues únicamente se ha regularizado la situación de 14 núcleos costeros tradicionales. Mientras 11 solicitudes están a la espera de resolución, 163 ya han sido rechazadas.

Como ha explicado en rueda de prensa, la reforma normativa buscó solucionar la situación de ingleses y alemanes que compraron viviendas en la costa española y permitir a empresas como Ence seguir en la ría de Pontevedra --también atañe a Petronor en Bilbao y Repsol en Tarragona-- a través de una prórroga de su concesión en 75 años más.

En cuanto a los núcleos costeros tradicionales, la mayoría del PP en el Senado alteró un acuerdo unánime del Parlamento de Galicia para pedir que sólo fuese necesario demostrar su consolidación o que disponían de servicios básicos, como agua y saneamiento, desde 1988. Con la modificación, se decidió que los ayuntamientos tendrían que probar ambos requisitos.

En esta decisión, según Bugallo, reside el problema. "Es un procedimiento muy complejo", ha justificado, toda vez que "requiere aportar documentación y planimetrías" de la época que en algunos casos los ayuntamientos no tienen. Además, en lo relativo a la red de aguas, ha indicado que son muchos los núcleos en los que el agua procedía de traídas particulares.

Así las cosas, ha subrayado que la Xunta "no se puede lavar las manos", sino que "tiene que responsabilizarse" del asunto y "presionar" en Madrid para que "se cumpla la palabra dada". En este punto, ha recordado declaraciones de, entre otros, el exconselleiro de Medio Ambiente Agustín Hernández asegurando que la regulación se haría de forma prácticamente "inmediata".

255 núcleos

Según el cálculo inicial de la Xunta, que ha referido el diputado socialista, serían 12.500 viviendas en 255 núcleos de 58 ayuntamientos las afectadas por la nueva regulación. No obstante, al cierre de plazo para solicitar el reconocimiento, "ni 800" hogares entran dentro de la normativa.

Por todo, ha juzgado que el cambio normativo ha supuesto "un fiasco completo" que deja fuera de ordenación una parte importante del territorio gallego.

En paralelo, ha reprobado que núcleos asentados en rellenos "metidos en el mar", como Ampuria Brava, que "ni son históricos ni tradicionales" y donde "cada casa tiene un yate", sí han sido aceptados. En cambio, el pueblo marinero de Redes, en Ares (A Coruña), no ha recibido igual reconocimiento, se ha quejado.

En este escenario, Bugallo ha insistido en que "falta implicación de la Xunta", que debe "asesorar y defender a los ayuntamientos". "Porque es un problema de país, no de los ayuntamientos", ha recalcado.