El secretario xeral de Medio Rural e Montes, Tomás Fernández-Couto, confirmó ayer que al menos 79 personas fueron imputadas en lo que va de año por incendios forestales en territorio gallego. Del total, 62 corrieron a cargo de la policía autonómica y las 17 restantes se produjeron tras actuaciones de la Guardia Civil, según desgranó en comisión parlamentaria. El endurecimiento de las penas a los incendiarios a través de la reforma del Código Penal es, en su opinión, "un paso importante". "Necesitamos casos ejemplarizantes", sostiene, porque la lucha contra esta "lacra" sale de los impuestos de los gallegos.

Admitió que es "triste" que la comunidad tenga que poner en marcha un dispositivo de gran tamaño para combatir este tipo de acciones "premeditadas" y que no son fruto de una "negligencia" o de un "accidente". Reconoció que endurecimiento del Código Penal "difícilmente puede chocar a alguien que no sea un incendiario".