"Yo tomaba las decisiones, no necesitaba aprobación posterior". Así reconoció durante el juicio el exdirector de Marina Mercante la decisión de alejar el Prestige de la costa, exculpando así de cualquier responsabilidad al máximo responsable de su departamento, Francisco Álvarez-Cascos. López-Sors culpó del "rumbo errático" del barco a los salvadores y reconoció que si lo hubiera llevado a Corcubión o a otra ría, opción que descartó por los "inconvenientes" que presentaba, "estaría en la cárcel con Mangouras".