El "afán de ostentación" dominaba a muchos indianos que aparecían de visita veraniega ante sus familiares conduciendo grandes coches -los llamaddos haigas- y luciendo relojes de oro que dejaban boquiabiertos a los vecinos de las aldeas gallegas que años atrás habían dejado en busca de un futuro mejor.

La diáspora era vista en Galicia como sinónimo de prosperidad y éxito y muchos emigrantes aprovechaban las fotografías que enviaban a sus padres y demás parentela para evidenciar el bienestar económico que habían alcanzado tras hacer las maletas rumbo al otro lado del Altántico.

Juan Martínez posa junto a un vehículo en California y acompaña la imagen con la siguiente explicación para sus padres de Samieira: "Les mando un recuerdo mío con mi automóvil".