Núñez Feijóo continúa con la renovación de su equipo iniciada el pasado domingo. Su nuevo movimiento ha sido la destitución de María José Bravo Bosch como delegada de la Xunta en Vigo. Su lugar será ocupado por Ignacio López-Chaves, hasta ahora presidente de la Autoridad Portuaria de Vigo.

El presidente gallego también ha confirmado el relevo del delegado de la Xunta en Ourense, Rogelio Martínez. Su sustituta será Marisol Díaz Mouteira, hasta hoy secretaria territorial de la Delegación de la Xunta en la provincia. Martínez arrastra una imputación por el gasto de fondos europeos en una planta de biomasa por un importe de 20.000 euros cuando era presidente de la Mancomunidade do Ribeiro y alcalde de Arnoia.

Preguntado sobre si la situación judicial de ambos - los dos están imputados- motivó su decisión, el titular de la Xunta respondió que "todo influye pero nada en excluvisa fue determinante. También influyen los ciclos políticos."

Bravo Bosch se convierte en la primera víctima política de la Operación Patos, en la que está imputada por presuntas irregularidades en la adjudicación de contratos y obras públicas. Tras conocerse su supuesta implicación en la trama corrupta, Bosch descartó su dimisión.

Su cese de produce un mes antes de su comparecencia ante la juez María del Carmen García Campos, prevista para el próximo 7 de noviembre.