Una semana después de que el instructor notificase el cierre de la causa del accidente de Angrois con el maquinista como único imputado, al que se le atribuyen 80 homicidios y 144 delitos de lesiones, la defensa del chófer del Alvia ha alegado en su recurso la "falta de responsabilidad" del conductor, Francisco Garzón Amo, al "no tener" la vía "las medidas de seguridad necesarias".

En el texto, al que ha tenido acceso Europa Press, el abogado destaca que el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) es el "máximo garante" y le atribuye la carga de "infractor del deber de cuidado para que no se produjera el resultado".

El abogado advierte de que Adif debía aplicar "las medidas necesarias de control de riesgos de la circulación ferroviaria" y señala que está "obligado legalmente como máximo responsable de la seguridad en la circulación sobre la red ferroviaria".

El representante de Garzón añade de Adif y Renfe que deben ser "garantes de la protección, seguridad y salud de los viajeros y del personal del tren", por lo que concluye que deben "prever las distracciones o imprudencias que estos pudieran cometer". Además, apela a la responsabilidad "civil subsidiaria de Adif" y a la "directa" de la aseguradora Allianz. "En el auto de transformación se recoge a Adif como perjudicado, cuando ha tenido una participación determinante en los hechos, siendo, al menos, corresponsable en la producción del resultado", avisa.

Por su parte, la Plataforma Víctimas Alvia 04155 presentó un recurso ante el Juzgado de Instrucción número 3 de Santiago con el que exige que sea "investigado urgentemente" el sobrepeso de nueve toneladas por eje en los furgones generadores diésel del Alvia.

Según la operadora ferroviaria, los coches extremos técnicos (CET) de la serie 130 del Alvia (la original) pesan 18 toneladas cada uno. "Por tanto, el peso del S-130 sin los CET sería de 276 toneladas, resultantes de restar al total de su peso, 312 toneladas, las 36 toneladas que pesaban los dos CET", explica. A continuación, indica que, también "según Renfe, el peso del S-730 es de 384 toneladas.

"Podemos -dice- obtener el peso de los CET diésel -los que incorporó el tren híbrido como novedad- restando a las 384 toneladas del S-730, las 276 toneladas del S-130 sin los CET antiguos, obteniendo la cantidad de 108 toneladas. Este es el peso total de los dos CET diésel, luego cada uno de ellos pesa 54 toneladas".

El abogado denuncia que "si se tiene en cuenta que hay dos ejes en cada CET diésel, el peso aportado por eje es de 27 toneladas". "Según la normativa vigente y aplicable a la materia, el peso máximo permitido por eje es de 18 toneladas, por lo tanto los CET diésel tienen un sobrepeso de nueve toneladas por eje, es decir, sobrepasan el peso permitido en un 50%", concluye.