La llegada de extranjeros a Galicia se frenó desde el inicio de la crisis hasta alcanzar en 2013 la cifra más baja del siglo. Esta bajada no está asociada al número de nacionalidades concedidas, ya que precisamente en 2013, estas autorizaciones a inmigrantes residentes en la comunidad gallega rozaron los 7.000 casos, una cifra que batió récord. Y no porque se asentasen en la geografía ciudadanos de otros países sino por la decisión del Ministerio de Justicia de delegar en los registradores de la propiedad estos trámites que antes realizaban los funcionarios del Estado. El cambio permitió en ese año desatascar los expedientes que llevaban años apilados y que en algunos casos tardaban dos años en resolverse pero la tendencia positiva solo duró un año y las estadísticas del Gobierno revelan que las peticiones de nacionalidad durante 2014 se quedaron en 2.691, un 62% menos que las 6.944 del ejercicio anterior. La media en otros años rondaba los 3.000 casos y el dato registrado en 2014 es el más bajo en el último lustro.

Desde el Foro Galego de Inmigración achacan esta caída a un nuevo "atasco" en Madrid. Para el responsable de Inmigración de la CIG, Xurxo Martiz, es "lógica" esta bajada porque cuando los ciudadanos de América Latina cumplieron los dos años de residencia en Galicia que se fijan como requisito para nacionalizarse empezaron los trámites y luego cuando uno de los solicitantes ya tenía la nacionalidad "la adquirían de forma automática los hijos y un año más tarde el cónyuge". Con la recesión -añade- se redujo el número de personas susceptibles de acceder a la nacionalidad al llegar menos extranjeros.

El mayor número de nacionalizados el año pasado reside en A Coruña, con 1.114 nuevos pasaportes españoles -el 41% del total- mientras que en la provincia de Pontevedra lograron la residencia 849 inmigrantes. En Lugo la cifra se reduce a 406 y en Ourense a 322. En las cuatro provincias el descenso respecto a 2013 ronda el 60%. Destaca Pontevedra con un 64,8% menos y los extranjeros con nuevo DNI español en Lugo en 2014 son la mitad que el anterior.

Siete de cada diez residentes en Galicia que legalizaron en 2014 su situación procedían de América Latina -un total de 2.104- y la mayoría de Colombia con 400 personas de este país que se hicieron con su pasaporte hace un año. Destacan también los 308 brasileños, los 298 dominicanos y los 271 paraguayos. El quinto puesto lo ocupan los marroquíes con 221 nacionalizados el año pasado. Los colombianos superan a los 337 de toda África que consiguieron nacionalizarse y a los 154 de la Unión Europea, de los que casi el 80% son portugueses.

El presidente del Foro de Inmigración de Galicia, Miguel Fernández, destaca que el colectivo de colombianos tiene "una fuerte tradición en Galicia desde 2001". Explica que al igual que los extranjeros del resto de América Latina, solo necesitan un año de residencia para empezar con el proceso de nacionalización, a diferencia de los dos que se exigen a los procedentes de otros estados. Pero los colombianos, aclara Fernández, no tienen las ventajas de otras nacionalidades en lo que se refiere a la exención de visados para acceder a ofertas de empleo.

Según Martiz, en países como Cuba, Argentina, Uruguay y Venezuela -con gran presencia de la emigración española y gallega- la mayor parte de los inmigrantes no adquieren la nacionalidad por residencia sino por el hecho de ser hijos o nietos de gallegos o españoles y estos casos no aparecen reflejados en las estadísticas. Pero como en Colombia no hay esa tradición de emigración española, eso también explica que las cifras de nacionalización sea mayor.

En cuanto a los descendientes de emigrantes españoles en la diáspora, desde que en 2008 se aprobó la ley de memoria histórica tuvieron un plazo de tres años para acogerse a esta medida. Tras la avalancha de solicitudes de los esos primeros ejercicios con más de 130.000 peticiones, el ritmo de concesiones bajó hasta apenas los dos centenares contabilizados el año pasado.

Los 2.691 extranjeros empadronados en Galicia que en 2014 lograron su DNI y pasaporte español tuvieron que esperar como mínimo dos años, salvo los procedentes de América Latina que solo tienen que tener un año de residencia legal en España con contrato de trabajo. Una vez pasado este periodo ya pueden iniciar el papeleo para pedir la nacionalidad y acreditar que disponen de medios económicos y que no tienen antecedentes policiales y penales. El responsable del Foro de Inmigración de Galicia destaca que a pesar del descenso en la concesión de nacionalidades los extranjeros que fijan su residencia en la comunidad gallega no suelen volver a sus países de origen, sobre todo entre los que vienen desde Latinoamérica. "Pueden trasladarse a otras autonomías y llegan a Galicia desde otras zonas de España", indica Fernández. "Solo personas que viven solas y en una situación complicada o de exclusión social son las que optan, si pueden, por volver a sus países", señala.

El representante de la CIG, por su parte, indica que muchos se quedan aunque se queden sin trabajo porque "con el paro y las prestaciones que, por ejemplo en Latinoamérica, son inexistentes es más fácil vivir aquí que en sus países de origen". "Y los alimentos, el acceso a la sanidad o los medicamentos son mucho más caros en cualquier país de América del Sur", insiste Martiz.

También se puede obtener la nacionalidad casándose con un ciudadano español, y se concede a los niños nacidos en el país aunque sus padres sean inmigrantes. Martiz apunta que aún así, la vía más frecuente para afincarse en Galicia es la nacionalidad por residencia. "En pocos lugares es tan fácil hacerse con la ciudadanía como en España", señala. Aclara que muchos de los que pidieron la autorización para vivir en España lo hicieron con la intención de viajar luego a otros países de la UE.