La Xunta da luz verde a los presupuestos previstos para 2016 que ascienden a 8.804 millones de euros, lo que supone 365 más que este año y que representa una subida del 4,3% con respecto a 2015.

La principal medida que recoge el documento son las rebajas fiscales, que según las previsiones del Gobierno gallego tendrán un impacto de unos 140 millones de euros.

Así, el dinero que se ahorrarán los contribuyentes en el pago de tributos autónomicos será del entorno de los 70 millones correspondientes a la exención del impuesto de sucesiones y donaciones para el 99% de los gallegos; otros 60 millones por la reducción del IRPF en el tramo autonómico que, para rentas bajas y medias, supone un descenso de entre 249 y 380 euros y, finalmente, 10 millones más por la supresión de impuestos en el rural.

Las previsiones macroeconómicas apuntan a que el PIB aumentará un 2,5%, una décima más que la previsión recogida en la Ley del Techo de Gasto, es decir, que la Xunta mejora una décima su previsión con respecto al verano. Además, el paro se reduciría en casi 2 puntos hasta el 18,3%, lo que significa unos 18.000 empleos más a tiempo completo.

El capítulo de inversiones aumenta un 14% y el gasto social aumentará en 282 millones de euros, de los cuales 103 serán para Sanidad, 92 para Educación, 69,2 para Servicios Sociales y el resto se destinará a políticas de empleo.

Los empleados públicos, según avanzó el presidente, tendrán una subida salarial del 1%, la primera en sus nóminas desde 2010.

Finalmente, el endeudamiento se rebajará a menos de la mitad con respecto a 2015, en torno a los 174 millones.