Ser español ya no será gratuito. Desde el pasado jueves tramitar la nacionalidad costará entre 185 y 306 euros en función del idioma del país de origen del solicitante debido a la entrada en vigor de la reforma del Registro Civil que modifica los criterios para lograr la residencia. Además del pago de estas tasas será necesario realizar una prueba de conocimientos constitucionales y socioculturales sobre España y, en algunos casos, incluso una prueba de idioma.

La primera convocatoria del nuevo test de españolidad se celebrará el 29 de octubre. Los extranjeros deben acreditar en esta prueba un conocimiento suficiente del español y de su integración en la sociedad. Hasta ahora, eran los jueces los que tomaban la decisión de si concedían o no la residencia y para unificar criterios, el Instituto Cervantes ha diseñado unas pruebas nuevas con preguntas. ¿A quién corresponde convocar las elecciones?, ¿quién es el jefe del Estado? o ¿cuál es la profesión de Penélope Cruz? son algunas de las preguntas que tendrán que contestar los interesados en obtener la nacionalidad desde este mes.

Superar todos estos requisitos tampoco garantiza hacerse con el DNI español. Aunque los datos del Gobierno no recogen las denegaciones por comunidades, los sindicatos alertan de que las nacionalidades desestimadas se dispararon desde el inicio de la crisis. Fernández matiza que es precisamente la recesión la que ha influido en el aumento de las denegaciones al exigir a los solicitantes que demuestren que cuentan con medios económicos suficientes, y estos casi siempre dependen de un puesto de trabajo que con la crisis es más difícil de encontrar. La incapacidad de justificar medios lícitos de vida o la presencia de causas pendientes con la Justicia son las dos razones principales que las autoridades alegan para rechazar la residencia legal en España.