Agosto fue malo para los proveedores que tiene la Xunta. Durante ese mes, el plazo medio de pago de la administración autonómica se incremento en más de un tercio (36%) con respecto al mes anterior. En julio tardaba de media 16,5 días y en agosto aumentó hasta los 22,6. Aún así sigue por debajo de los 30 días que fija la ley como plazo máximo para abonar las facturas.

La comunidad gallega es la sexta que antes paga a sus proveedores. Por delante de ella se sitúan Navarra (1,4 días), Canarias (7,9), Castilla y León (12,3), La Rioja (15,5) y Asturias (18,2). La media de las 17 está en 48,7 días, 18 por encima de lo que marca la normativa. Pese a que el incremento del 36% es elevado, hay otras seis comunidades que han tenido una subida mayor en agosto. Los 22,6 días que tarda en abonar sus recibos la Xunta es la segunda mayor cifra del último año, solo superada por los 27,5 días del mes de abril.

Y dentro del organigrama de la Xunta, no todos sus entes cumplen con la Ley de Morosidad que fija en 30 días el tiempo máximo de pago. De los 70 que están obligados a remitir la información a Hacienda, 16 no aportaron la documentación. Es decir, casi uno de cada cuatro.

Haz click para ampliar el gráfico

Entre los que no presentan datos del tiempo medio que tardan en pagar sus recibos destacan la Sociedade Anónima de Xestión do Plan Xacobeo, Turgalicia, Xesgalicia, la Axencia Galega de Emerxencias, Xestión do Solo de Galicia-Xestur o la Fundación Semana Verde de Galicia.

Al contrario de lo que sucede con otras comunidades, Galicia tiene que comunicar al Ministerio de Hacienda el estado de sus facturas. Esto se debe a que no se acogió ni al Fondo de Liquidez Autonómico ni al Plan de Pago a Proveedores. Las que sí optaron por estos dos mecanismos deben rendir cuentas al departamento de Cristóbal Montoro.

En Galicia, además de los 16 entes de la Xunta que no aportaron datos hay otros 13 que se encuentran en la lista de morosos del pasado mes de agosto porque superaron el plazo de 30 días.

El que más se salta la normativa es el Instituto Energético de Galicia que abona sus recibos tras 208,4 días, es decir, más de seis veces el plazo que marca la ley. Con más de cuatro meses de retraso figura la Academia Galega de Seguridade Pública (120,4 días). Estos dos entes dependientes de la Xunta son los que superan ampliamente los 100 días de retraso. Los otros 11 se encuentran por debajo de los 55 días. Es el caso de la Universidade da Coruña, que con 55,1 días ocupa el tercer puesto. Le sigue el Instituto Galego de Calidade Alimentaria, con 49,9, días; el Centro de Transfusión de Sangre de Galicia, con 47,3, y la Fundación Centro Tecnolóxico da Carne, con 47,2.

Las siete grandes ciudades gallegas tienen un comportamiento dispar en el pago a sus proveedores. A Coruña y Ourense continuaron en agosto en la lista de morosidad del Ministerio de Hacienda. En el caso del concello coruñés el plazo medio fue de 38,6 días y en el de Ourense, de 48,2. Son los dos únicos que superan el límite de los 30 días. En A Coruña el crecimiento en agosto fue del 12,8% con respecto a julio. Con este incremento se situó entre las cinco grandes ciudades de España con un periodo de pago más elevado. Solo la superaron Valencia (57,7 días), Murcia (40,1), Zaragoza (39,9) y Palma (39,3).

El resto de las urbes gallegas pagan dentro del plazo establecido. La que mejor se comporta es Vigo que abona sus facturas antes de que comience a contar el plazo (-5,5 días). El periodo medio de pago comienza a computar transcurridos 30 días después del registro de una factura. En el caso de abonarla antes sale negativo. Al igual que Vigo, Pontevedra tiene un buen comportamiento ya que paga de media a los 6 días. Sin embargo, tanto Lugo como Santiago rozan los 30 días que marca la ley. En el caso del primero el plazo subió en agosto hasta los 29,7 días (en julio habían sido 19,6), mientras que en Santiago llegó a los 28,1 (24,4 en julio).