Detenido por conducir un vehículo sin seguro. Es un titular que se repite en varios sucesos que se dan de vez en cuando en las carreteras gallegas y que en algunas ocasiones se le suma también el hecho de ponerse al volante sin carné de conducir y con la ITV caducada. La crisis ha provocado un aumento del fraude a las aseguradoras hasta detectar el año pasado más de 20.000 asuntos, de los que la mitad tienen que ver con las pólizas del seguro de automóvil. Esta situación ha generado pérdidas de hasta 80 millones, un 14% más que en 2013. Pero en lo que se refiere al número de conductores que no tienen el seguro en regla la cifra se ha reducido. Por lo menos en los casos que se reclaman indemnizaciones al Consorcio de Compensación de Seguros por accidentes de tráfico con automovilistas que circulaban sin seguro en el momento del siniestro, ya que es este organismo el que tiene que asumir los costes cuando el automóvil no está asegurado. El año pasado la entidad detectó en Galicia 1.101 vehículos implicados en un accidente que carecían de póliza, lo que costó 2,5 millones a las arcas públicas. En el primer trimestre de 2015 se registraron 339 casos que obligaron a desembolsar al Estado 686.000 euros.

Los siniestros cubiertos por el consorcio el año pasado son 121 menos que en 2013. Y si se comparan estos datos con las estadísticas de 2011, los accidentes provocados por vehículos sin seguro bajan en un 15% y son casi 200 menos. El delegado en Galicia del Consorcio de Compensación de Seguros, Antonio González, destaca que esta es solo "una mínima parte de los coches que circulan por la comunidad gallega sin seguro". Hay incidentes, según apunta, que no se contabilizan porque hay conductores que, sobre todo en zonas del rural y que están poco vigiladas, circulan con vehículos que están dados de baja y prefieren "asumir las consecuencias y pagar el coste de su bolsillo a la víctima de los daños" con tal de que no le denuncien.

El descenso de los accidentes de automóviles que carecen de este documento se debe, en opinión de González, a la bajada de la siniestralidad en los últimos años -a pesar de que en 2014 se registraron 14 víctimas mortales más-, a las nuevas medidas de control como las sanciones del carné por puntos y también a la estrategia de las compañías de seguros de rebajar las tarifas de las pólizas en años de recesión. La tendencia podría cambiar en este ejercicio porque las aseguradoras sopesan incrementar los precios debido, precisamente, a ese repunte de la accidentalidad y a un mayor uso del coche al frenarse el aumento del coste de los carburantes.

Indemnizaciones

En cuanto a la cuantía de las indemnizaciones, la cifra ha bajado un 28% respecto a los 3,1 millones de 2013. González aclara que el volumen desembolsado cada año depende del tipo de lesiones porque "lo que se paga por un siniestro con víctimas o por una persona con lesiones graves equivale a varios accidentes con solo daños materiales". El responsable del Consorcio de Compensación de Seguros en Galicia destaca además que no existe un perfil ni de edad ni socioeconómico sobre los automovilistas sin seguro. En el Consorcio se encuentran desde personas que se habían cambiado de domicilio y sin darse cuenta no lo comunicaron a sus aseguradoras hasta automóviles mal identificados o que usan redes delictivas cuando deberían estar "desguazados". González añade que en los primeros años del plan PIVE surgió un fraude generalizado al crearse un mercado de coches inservibles que debían ser convertidos en chatarra y que se vendieron a países limítrofes y que "reaparecen luego en la carretera".

Al margen de los vehículos sin seguro que provocaron algún siniestro, la DGT contabiliza el número de automóviles que carece de cualquier tipo de seguro en España. Según los datos de Tráfico, el parque nacional sumaba 31,2 millones de vehículos matriculados a finales del año 2013, mientras que el Consorcio contaba con 28,6 millones de automóviles censados en el Fichero Informativo de Vehículos Asegurados (FIVA) en esas fechas, lo que arroja una cifra superior a los 2,5 millones de vehículos sin ningún seguro que podrían estar circulando por las carreteras españolas.

De manera periódica, Tráfico pone en marcha campañas de vigilancia para detectar los vehículos que circulan sin seguro, lo que ha influido en que sean cada vez menos los conductores que no pagan la póliza.