Galicia podrá disfrutar mañana de tiempo seco y soleado y temperaturas de 20 grados después de una semana marcada por la inestabilidad y las borrascas. Los vientos de componente sur y la entrada de un anticiclón serán las claves que marcarán una jornada "perfecta", que según MeteoGalicia sería muy improbable que vuelva a repetirse. El veranillo de San Martín, que normalmente coincide en el 11 de noviembre, se adelanta unos días en un fin de semana marcado por la estabilidad.

Si en una jornada típica del mes de noviembre las temperaturas máximas pueden rondar los 15 grados, mañana el termómetro podría llegar a los 21 grados en A Coruña, uno más que en Ferrol y Lugo. El mercurio se prevé que suba aún más en las Rías Baixas, con máximas de 22 grados tanto en Pontevedra como en Vigo. Y en Ourense se prevé incluso que se alcancen los 23 grados. Desde MeteoGalicia aclaran que el mayor aumento se dará en los valores mínimos, porque en lugar de producirse heladas nocturnas, las mínimas que a estas alturas de mes no suelen pasar de los seis grados este fin de semana podrían rondar los 15 grados. El meteorólogo Juan Taboada explica que esta anomalía de casi diez grados es bastante significativa en esta época del año y avisa de un fin de semana en el que predominarán los cielos despejados y sobre todo "la sensación de bochorno".

El experto recuerda que hay precedentes de episodios similares en algún mes de noviembre de años anteriores. Pero aclara que ni siquiera en el veranillo de San Martín se dan temperaturas tan elevadas como las que se registrarán mañana y el domingo en la comunidad gallega. Ni tampoco en los anticiclones que suelen producirse a principios de noviembre.

Para disfrutar de una jornada de sol y calor habrá que esperar a mañana porque hoy la comunidad todavía se encontrará en una situación intermedia entre las altas presiones, que empiezan a entrar en la Península Ibérica avanzando hasta Galicia, y las bajas presiones en las Islas Británicas, que todavía ejercen su influencia sobre la geografía gallega. Hoy será un día de nubes y claros con posibilidad aún de lluvias débiles. Pero ya se empezará a notar el aumento de las temperaturas, sobre todo en las mínimas.

Mañana el anticiclón ya logrará imponerse y las nubes que se formarán por la mañana desaparecerán a medida que avance el día dejando cielos totalmente despejados. No será necesario coger el paraguas y tampoco llevar mucha ropa de abrigo porque las temperaturas se acercarán más a las de la última fase del verano que a las típicas de otoño.

La estabilidad se prolongará hasta el domingo, aunque a última hora de la tarde empezará a nublarse e incluso caerán algunas lluvias como anticipo de una nueva semana pasada por agua. "Es complicado que este mes haya una situación meteorológica tan perfecta como la de mañana", indica Taboada.