El PP se alió ayer con el PSdeG para bajar el impuesto sobre bienes e inmuebles (IBI) y tumbar la subida que pretendía aplicar el gobierno municipal de Santiago, liderado por Martiño Noriega (Compostela Aberta), que atacó duramente esta postura e incluso acusó a los populares de aplicar "una moción de censura encubierta por la vía fiscal". Este aseguró que la rebaja fiscal que sacaron adelante esos dos grupos políticos dejará las arcas locales sin 2,7 millones de euros y obligará a aplicar recortes de otras áreas de gasto para llevar a cabo sus políticas sociales.

El concello de la capital gallega fue el escenario de un nuevo enfrentamiento político de una marea urbana, como se han denominado las listas de unidad de la izquierda rupturista que se presentaron las pasadas municipales, con los representantes del bipartidismo.

Noriega pretendía elevar el IBI, mientras el PSdeG presentó una propuesta de rebaja y el PP, una de congelación. A última hora, sin embargo, los populares dieron su apoyo a los primeros y lograron una reducción del IBI del 0,54% al 0,51% aprovechando sus trece votos (9 del PP y 4 del PSOE), frente a un gobierno en minoría (10) que recibió el apoyo de los dos únicos ediles del Bloque a una subida al 0,57% bajo criterios de "progresividad fiscal". También se aprobó congelar el impuesto de circulación para 2016.

Noriega estalló contra el portavoz popular, Agustín Hernández, al que relevó de la Alcaldía, a la que el exconselleiro llegó tras los escándalos judiciales de su partido. "No están gobernando y se van a quedar muy tranquilos en su casa, pero nosotros nos vamos a quedar muy apurados cuando tengamos que tomar decisiones de donde recortar este dinero que va a quedar sin ingresar", criticó el líder de la fuerza que más votos obtuvo el pasado 24-M.

El regidor había justificado la necesidad de incrementar el impuesto sobre las propiedades como vía para financiar partidas de gasto social, ante el escaso margen de actuación municipal para lograr más ingresos. El cambio de postura en el mismo pleno del PP para pasar de defender la congelación a la bajada enojó a Noriega, que invitó a su adversario a tomar el control, insinuando una moción de censura apoyada por el PSdeG. "Si quieren gobernar ustedes, gobiernen ustedes, democráticamente están legitimados, pero háganlo", espetó antes de reclamar un cambio de actitud. "Nosotros no interpretamos las cuestiones en clave partidaria, esto no es una derrota de Compostela Aberta, es una derrota del conjunto del ayuntamiento porque va a tener menos recursos", añadió antes de que su concejala de Facenda, María Rozas, tildase la decisión directamente de "suicidio económico" y recordó que ninguno de esos partidos aplicó esas medidas cuando gobernó en el pasado.

Agustín Hernández afeó, sin embargo, a Noriega centrar la búsqueda de recursos en la subida de impuestos y lo invitó a explorar la "inspección tributaria" para combatir el fraude y tachó de "demagogia" vincular el gasto social a la subida del IBI. Por su parte, el socialista Francisco Reyes justificó la enmienda de rebaja para "liberar" de presión fiscal a las familias, mientras Rubén Cela (BNG) lamentó la "mala noticia" de una bajada que no vinculó con propuestas "serias".