El mismo día que se celebraba la jornada internacional para la eliminación de la violencia contra las mujeres, el Parlamento gallego celebró ayer la segunda sesión en la que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, tuvo que responder a la oposición sobre la denuncia contra el presidente de la Diputación de Ourense, Manuel Baltar, de ofrecer un puesto de trabajo a cambio de favores sexuales. La trabajadora que lo denunció finalmente no logró el puesto prometido. Feijóo insistió en que actuará "con prudencia y firmeza" y que lo hará cuando corresponda.

Pero para la oposición no fueron suficientes estas palabras. El portavoz del BNG en el Parlamento, Francisco Jorquera, le exigió que iniciase los trámites de expulsión del presidente de la Diputación de Ourense y del PP, "o de lo contrario será responsable por amparar a un acosador".

Por su parte el secretario xeral del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, criticó el planteamiento "tibio" del presidente de la Xunta. "Hay que ser claramente condenatorio de este tipo de actitudes", reclamó.

Durante la sesión de control, en los escaños de los grupos de la oposición había carteles en los que se podía leer O acoso sexual é delito.

La anécdota de la sesión se produjo cuando en el segundo turno de Feijóo el micrófono de su escaño dejó de funcionar, por lo que se trasladó al del portavoz del PP, Pedro Puy. Este asiento fue el mismo que ocupó como jefe de la oposición entre 2005 y 2009 y desde el que intervenía en las sesiones de control al presidente en aquel momento, Emilio Pérez Touriño.

Ante las chanzas de los grupos de la oposición por este detalle, Núñez Feijóo replicó que aprendió "mucho en este escaño". Jorquera recordó la sesión de control de hace solo quince días en la que todos los grupos salvo el del PP preguntaron al jefe del Ejecutivo gallego por la denuncia contra Baltar.

"Con toda la humildad de un servidor público", parafraseó el portavoz nacionqal del BNG una intervención anterior del presidente gallego, "su actitud ante la denuncia a Baltar es indigna, una auténtica vergüenza".

"Usted, para amparar a un cargo de su partido, insulta a todas las mujeres. Lo hizo cuando dijo que la mujer quería que Baltar delinquiese y no lo hizo; convirtió a la víctima en culpable. Para defender a Baltar no dudó en recurrir a la parábola del fruto prohibido, precioso", señaló. El portavoz del BNG en la Cámara reprochó al presidente gallego que insultase "a todas las mujeres del Parlamento" por haber dedicado "gran parte" de su respuesta hace quince días "a reprender a la oposición por no preguntar cosas importantes".

Oposición

"¿Que no traemos los principales problemas de Galicia al Parlamento? ¿Para usted que un cargo público ofrezca un puesto de trabajo a cambio de favores sexuales no es importante? ¡Pero en qué mundo vive!", clamó Jorquera. Feijóo aseguró que hace quince días ya contestó a esta cuestión y desde entonces "no hubo ninguna novedad" por lo que insistió en que actuará "con prudencia", porque aún no se ha pronunciado ni la Fiscalía sobre la denuncia, y "con firmeza" cuando haya más elementos para pronunciarse.

El líder de lsos socialistas gallegos defendió que "no se puede ser tibio" ante acusaciones como la que pesa sobre Manuel Baltar y lamentó que Feijóo haya optado por "ponerse de espaldas". "Dice mucho del PP y del presidente de la Xunta, que es muy amigo de decirle a los demás lo que tienen que hacer pero cuando le toca a él, no lo hace", finalizó.

Por otra parte, los cuatro miembros que integraban el Comité de Ética de la Diputación de Ourense, órgano que en las últimas semanas analizó el caso del presidente de la institución provincial presentaron ayer su dimisión. Los miembros del Comité confían en que sea la Diputación la que haga pública el acta que recoge los motivos que les llevan a dar este paso. De lo contrario, ellos mismos prevén dar este paso.