La cooperación entre el Concello de Vigo y la Xunta para evitar la paralización total del urbanismo en la ciudad tras la sentencia del Tribunal Supremo que ha tumbado el Plan Xeral echa a andar, con prioridad absoluta para los proyectos claves que han quedado inesperadamente bloqueados: la Ciudad de la Justicia; las ampliaciones del polígono industrial de Balaídos y del Parque Tecnológico; y la estación intermodal de Urzáiz. La conselleira de Medio Ambiente, Beatriz Mato, y el alcalde, Abel Caballero pactaron ayer, en una reunión convocada de urgencia en Santiago a iniciativa de la titular autonómica, emprender "un proceso de máxima colaboración" para minimizar daños.

El Ayuntamiento marcará la hoja de ruta y la Consellería ofrece "todos los instrumentos de ordenación del territorio" que puedan desatascar los infraestructuras estratégicas de la ciudad en peligro. "Juntos buscaremos soluciones y haremos mejor el camino. Cooperaremos y ahora toca poner las piezas una sobre otra", manifestó Caballero.

Evitar la paralización

Ni el alcalde ni la conselleira dieron detalles sobre el contenido de la reunión, en la que analizaron el impacto negativo de la sentencia y acordaron que los técnicos de ambas administraciones mantengan reuniones a partir de ahora con el foco puesto en evitar la paralización urbanística de Vigo.

"Esta es la reunión del impulso político para resolver los efectos centrales y colaterales de la sentencia". Todo a su tiempo", manifestó Caballero. "La Xunta dará respuesta a todas las tramitaciones que se pacten y que sean prioritarias en cuanto el Concello nos las haga llegar", indicó por su parte Mato, quien no omitió que "los plazos en materia urbanística son largos, por lo que interesa la colaboración para ser lo más ágiles posible y dar el máximo impulso" a cada proyecto.