La conselleira de Infraestruturas e Vivenda, Ethel Vázquez, defendió ayer que el Ejecutivo de Feijóo ha sido "activo" a la hora de demandar la transferencia de la AP-9, en la que seguirá trabajando al entender que una "gestión directa" sería positiva. También reivindicó que en 2016 se rebajarán los peajes de las autopistas gallegas AG-55 y AG-57 entre un 2 y un 3%.

Interpelada por Ana Pontón (BNG), quien denunció que lo único que hace con la AP-9 la Xunta, con Alberto Núñez Feijóo al frente, son "declaraciones a los medios", Vázquez rechazó estar "inactiva" y, aunque matizó que la vía es competencia de Fomento en lo que atañe a los peajes, sí reivindicó que en varias ocasiones pidió su traspaso a la comunidad.

Según explicó, lo hizo en el marco de la Comisión Bilateral en 2010, si bien el Gobierno le trasladó que no era "la fórmula adecuada" para lograr esta transferencia. Insistió en esta petición en 2014, a través de alegaciones al plan de infraestructuras estatal, y en 2015, por la misma vía de alegaciones a la ley de carreteras.

En las alegaciones presentadas, la Xunta demandó también, explicó la conselleira, "la optimización de la política de peajes" en la AP-9 y la AP-53. "Tenemos gran interés y gran preocupación por el funcionamiento de ambas y hemos ejercido una política activa", defendió Vázquez.

La conselleira garantizó que la Xunta continúa demandando "prestaciones y servicios de calidad" para la AP-9 y la AP-53. "Seguiremos atentos y vigilantes", garantizó, antes de recordar que, en su momento, se demandaron medidas "excepcionales" para determinadas situaciones de "atascos" que no eran "de recibo".

Sobre este asunto, y mientras el BNG afeó la "sumisión" de los dirigentes gallegos de la Xunta al Gobierno de Rajoy y Pontón denunció "la dejación de funciones" del Ejecutivo de Feijóo, Vázquez destacó que el Ministerio de Fomento "reforzó los controles" y adoptó medidas para intentar reducir los atascos. "La ministra Ana Pastor fue muy sensible con Galicia", esgrimió Vázquez.