Tras la decisión de la Fiscalía de archivar la denuncia de la mujer que acusaba a Manuel Baltar de ofrecerle trabajo a cambio de sexo, el presidente de la Diputación de Ourense redujo este caso a "una cuestión personal" y aclaró que a día de hoy sigue "sin conocer ni el contenido de la denuncia ni al denunciante". Acerca de si se plantea presentar una querella contra la extrabajadora en la corporación provincial, Baltar insistió en que "no va a hablar" de esta situación.

"Es un tema absolutamente de índole personal y absolutamente desagradable", explicó el líder del PP ourensano. "De lo que tengo que hablar es de temas de la Diputación, y esto es cualquier cosa menos política", esgrimió el presidente de la corporación provincial, para añadir que no va a aclarar si se plantea o no presentar una querella contra la denunciante.

"Quienes tienen que hablar son las autoridades judiciales y punto", sentenció, para añadir que continuará con la postura que adoptó desde que saltó a la esfera pública el caso. "Ya dije que la Justicia iba a tomar todas las medidas y con total contundencia", recalcó.

Aunque la oposición en las instituciones públicas ourensanas insiste en pedir su dimisión, Baltar aseguró que "desde el primer momento" recibió apoyo de "muchos cargos" del PSOE y del BNG. Así precisó que le llegaron "docenas y docenas" de llamadas y mensajes de militantes de ambos partidos "que están indignados", por lo que calificó como "una actitud política impresentable" de sus rivales.

Aunque no quiso dar nombres de estos apoyos personales "por seguridad política de ellos", señaló que muchos de estos políticos de la oposición "comprendieron la vileza y ruindad de una estrategia de los aparatos de dos formaciones que se caracterizan por perder en Ourense elección tras elección".

En este contexto enmarcó también la aprobación de una moción de repulsa contra él presentada en el Ayuntamiento de Ourense de forma conjunta por PSdeG, Ourense en Común y Democracia Ourensana, y que salió adelante por 17 votos a favor y pese al rechazo del PP.

El debate que se celebró ayer se desarrolló con normalidad, salvo por la llamada de atención que le realizó el alcalde, el popular Jesús Vázquez, a la concejal de Ourense en Común, Ledicia Piñeiro, quien comenzó su alocución refiriéndose a Baltar como "hijo del delincuente José Luis Baltar". Ante la llamada de atención del regidor y la solicitud de que retirase sus alusiones, la edil accedió a ello.

Por parte del grupo de gobierno, intervino el portavoz municipal del PP, José Araújo, quien reprobó que la oposición pretenda dar protagonismo a algo que está "fuera de las competencias del Ayuntamiento" y añadió que esta moción era "una cortina de humo". Asimismo, apuntó que la oposición fue incapaz de debatir este tema donde le correspondía.

A Baltar le parece "lógico" que pidan su dimisión. "La llevan pidiendo todo este tiempo", remarcó. Para el presidente del PP ourensano, lo que quieren estas formaciones políticas "es gobernar las instituciones que hoy día gobierna el PP". "Se trata de una estrategia errática de grupos que están haciendo de la política algo que no es", zanjó.

El grupo provincial socialista remitió además una carta a la Valedora do Pobo, Milagros Otero, para pedirle que "repruebe" la actitud del presidente de la Diputación de Ourense por "restringir" el acceso de personas al pasado pleno y así "impedir que se siga coartando la libertad de acceso al pleno y se consienta que se insulte a representantes públicos democráticamente escogidos".