Casi medio centenar de personas cada día. Esa es la inquietante cifra de población que perdió Galicia durante el primer semestre. Y la sangría poblacional no se detiene. Si entre enero y junio de 2014 la comunidad perdió 44 vecinos por día. Un año después la cifra se ha elevado a 46. Los habitantes de Galicia van a menos y la hemorragia no se detiene. Cada vez que el Instituto Nacional de Estadística (INE) publica nuevas cifras, como lo hizo ayer, el suicidio demográfico al que se refieren los expertos vuelve a aparecer: hay menos personas que viven en la comunidad y las que lo hacen son más viejas.

En el primer semestre la población gallega se redujo en 8.365 habitantes, casi un tercio de los 26.501 que hubo a nivel nacional. Es un descenso que se une al de los seis semestres anteriores. Desde principios de 2012 hasta el pasado junio, la comunidad ha perdido 45.625 personas. Los datos también muestran que ha aumentado el ritmo de caída de la población, ya que la reducción durante el primer semestre fue del 0,31% frente al 0,29% que se produjo en el mismo periodo del año pasado.

Galicia posee todas las carencias para que las cifras no mejoren: baja natalidad, alta mortalidad, el regreso a sus países de los extranjeros que vinieron a trabajar en los años previos a la crisis y la salida de gallegos en busca de oportunidades tanto a otras comunidades como al extranjero.

Solo la natalidad ha dado un pequeño respiro. El INE informó a principios de semana de que los partos habían aumentado un 1,5% en el primer semestre del año. En los primeros seis meses de ejercicio pasado también crecieron los nacimientos, aunque en diciembre la cifra fue negativa. Otra causa de la pérdida de población es la alta mortalidad. Y en Galicia ha crecido un 8% entre enero y junio. El saldo vegetativo (diferencia entre nacimientos y muertes) es negativo: 7.130 personas. Algo que ha sucedido en los últimos 25 años.

Como consecuencia de la crisis demográfica, la Xunta ha reiterado en varias ocasiones al Gobierno central que prime la dispersión y el envejecimiento que padece la comunidad a la hora negociar la nueva financiación autonómica. El conselleiro de Facenda, Valeriano Gómez, reconoció el pasado jueves que volverá requerir al Ejecutivo que salga de las urnas el próximo 20 de diciembre que se tengan en cuenta las especiales circunstancias de la comunidad, como contar con cerca de 110.000 personas que superan los 85 años.

La estadística del INE revela además que los gallegos siguen dejando la comunidad en busca de mejores oportunidades en otros países y lo hacen a mayor ritmo. Los extranjeros que viven en Galicia también se marchan, lo que provoca que sea muy complicado frenar la despoblación. Entre enero y junio hicieron la maleta 4.582 personas de otras nacionalidades. De ellas, 1.508 se fueron a otros países y el resto, a otras comunidades.

Y por último están los españoles que vivían en la comunidad y que también decidieron abandonar Galicia. En el primer semestre fueron 7.248, de los que 3.074 optaron por salir fuera España. Esta cifra es muy abultada, ya que en el ejercicio completo de 2014 fueron 4.701. Es decir, en los seis primeros meses de 2015 ya se ha cubierto el 65% del total del año pasado, por lo que todo apunta a que cuando acabe este ejercicio la cifra de personas con nacionalidad española que residían en Galicia y que se marcharon al extranjero será superior a la de 2014. En total, entre enero y junio 11.830 personas han abandonado la comunidad.

Tampoco ayuda al crecimiento de la población la caída de las adquisiciones de nacionalidad, debido a que existen menos demandantes y hay un endurecimiento de las condiciones. El año pasado se produjeron en Galicia 5.177. Son un 33% menos que en 2014 y superan en 25 puntos la media nacional.

Pero no todo son cifras negativas que ahondan en la crisis demográfica que vive Galicia en los últimos años. La diferencia entre nacimientos y fallecimientos es abultada, al igual que la de los que deciden emigrar, ya sea a otras comunidades o al extranjero. Sin embargo, también hay personas que emigran a Galicia desde el extranjero. En los primeros seis meses fueron 4.448, aunque es cierto que no cubren las 4.582 que cruzaron las fronteras nacionales. El saldo migratorio con el extranjero fue de -134 personas, mientras que con otros territorios llegó a los -1.101.

Por provincias, hubo 1.308 residentes en A Coruña que se fueron entre enero y junio a otras zonas de España, mientras que 373 se marcharon al extranjero. En Pontevedra fueron 1.059 y 664, respectivamente; en Ourense, 494 y 315 y en Lugo, 214 y 154. El descenso poblacional es común a las cuatro provincias y es más dramático en las provincias de A Coruña (-2.630 habitantes) y Pontevedra (-2.270). Ourense perdió 1.777 residentes, y Lugo, 1.679.

Los datos del INE revelan además que en la comunidad gallega residían, a 1 de enero de 2015, 2.734.656 personas, cifra que se sitúa en los 2.726.291 en el inicio del segundo semestre de este año: 8.365 menos.

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