Desde el acuerdo lácteo firmado el pasado septiembre, el primer avance se materializó ayer con el acuerdo de la Interprofesional Láctea (Inlac) -formada por productores e industria- para aprobar el contrato homologado que permitirá que toda la industria aplique un mismo modelo a todos los ganaderos. Pero este paso no frenará, sin embargo, las movilizaciones de los 170 ganaderos que desde el jueves pasado bloquean con sus tractores varias áreas comerciales de A Coruña, ni de los 300 que rodean la muralla de Lugo y tampoco de los que se sumaron a los boicots a la distribución esta semana en Sarria, Vilalba, Monforte y Lalín. El principio de acuerdo sobre el nuevo contrato-tipo para el suministro de leche cruda de vaca, que se ratificará hoy, no recoge su principal reivindicación ya que elude fijar un precio de origen del que la industria tendría que partir a la hora de firmar el contrato con el ganadero al que le recoge la leche.

El documento acordado ayer simplemente indica a las factorías qué pasos deben seguir en cuanto a la duración, los periodos y el volumen de entregas de leche. De los precios tan solo se apunta que la industria puede aplicar un contrato con una tarifa fija o sometida a varios índices de referencias del mercado, pero sin aclarar cuál es el "precio sostenible" de partida que permitiría cubrir costes al último eslabón de la cadena alimentaria: las explotaciones.

Los productores ven como positivo de este acuerdo que todas las industrias deban ceñirse a un mismo modelo, lo que ayudará a evitar "que cada empresa se pueda sacar de la manga cláusulas para bajar los precios recogidos en el contrato", según aclara el secretario de Servizo de Unións Agrarias, Óscar Pose.

Desde la Inlac explican que uno de los objetivos recogidos en el acuerdo lácteo firmado hace dos meses entre el Ministerio de Agricultura y parte del sector lácteo era precisamente sellar un contrato homologado para dotar de transparencia y estabilidad a la cadena alimentaria integrada por distribución, industria y ganaderos. El escrito incluye una de las reivindicaciones de los productores al "unificar criterios sobre calidades de la leche para que la industria no se escude en cuestiones como el nivel de grasa o proteínas para ofrecerles precios por debajo de los pactados". La conselleira de Medio Rural, Ángeles Vázquez, celebró ayer lo que considera "una muy buena noticia" para el lácteo y para Galicia porque el contrato-tipo "va a proporcionar una mayor seguridad jurídica tanto al ganadero como a la industria".

Otro de los puntos del texto hace referencia a la valorización de la leche y los lácteos para su comercialización, bien a través de reforzar la comunicación entre los tres eslabones de a cadena o mediante propuestas para informar sobre el origen español del producto. En este sentido, la distribuidora Vegalsa-Eroski ha activado la implantación de la leche Campobueno Galega 100% en todos sus establecimientos para ofrecer al consumidor un producto que aporta un diferencial a favor del sector lácteo gallego. La entidad pretende además que de esta forma los ganaderos gallegos se beneficien de la mayor valorización que lleva consigo la marca Galega 100%.

La Inlac también ha compartido con la distribución su estudio de la cadena de valor que recoge los márgenes de beneficio y costes de cada eslabón y que puede ser utilizado por el Observatorio Lácteo del Ministerio de Agricultura para analizar la sostenibilidad de todas las partes del sector. Se trata de la cantidad que supermercados, fábricas y granjas deberían percibir por cada litro de leche para ser sostenibles. En el caso de los productores esa cifra ronda los 33 céntimos de media en España y los ganaderos gallegos arrastran siete meses de pérdidas con una media de 28 céntimos por litro.

Esas pérdidas desembocaron en las tractoradas que colapsaron Santiago y varias comarcas lácteas en verano hasta la aprobación del acuerdo lácteo en septiembre. Y tras dos meses a la espera sin que los precios hayan subido han decidido movilizarse de nuevo. Aunque creen que este contrato supone un avance reivindican la publicación del otro documento pendiente tras la firma del acuerdo lácteo: el decreto de cesión de precios que refleje a qué cuantía paga la distribución a la industria y ésta a los productores. Estos últimos quieren saber quiénes son los responsables de que la subida de seis céntimos en el cartón de leche en los supermercados en los dos últimos meses no haya repercutido en lo que ganan cada mes las granjas gallegas.

Protestas

La Plataforma en Defensa del Sector Lácteo Galego continúa con el boicot a las distribuidoras a las que acusan de la "asfixia" que padecen las explotaciones de la comunidad, al no trasladar a los productores los seis céntimos que han repercutido sobre los consumidores. En A Coruña, 170 tractores llevan seis días de protesta en los que han logrado bloquear el acceso a dos superficies comerciales y ayer por la noche enviaron varios tractores para acordonar la entrada de un tercer hipermercado, donde ayer algunos productores ya informaban a los consumidores de la situación del lácteo para disuadirlos de que entrasen a comprar. Acciones informativas pero sin bloqueos también llevan a cabo los productores de Lugo, que además rodean la muralla con 300 tractores.

"Seguimos igual que antes de septiembre y es una situación caótica", lamenta el coordinador de la Federación Rural Galega (Fruga), Elías Somoza. Por eso, los productores pretenden mantener de forma "indefinida" las protestas, aunque en el caso de A Coruña aclaran que después del 20-D decidirán si mantienen los bloqueos o las retoman después de navidades.