La vuelta a la calle de los ganaderos para protestar por los bajos precios de la leche empieza a surtir efecto. Después de las tractoradas del verano los productores dieron una tregua hasta la firma del acuerdo lácteo entre el Ministerio de Agricultura y parte del sector lácteo a finales de septiembre. Pero al ver que la situación seguía igual y la cuantía de venta no pasaban de los 28 céntimos por litro -siete menos que los costes de producción- decidieron volver a sacar sus tractores y centrar las protestas en la distribución por subir las tarifas hasta seis céntimos a los consumidores sin que los beneficios repercutan en los productores.

Los tractores llevan trece días en A Coruña bloqueando varios hipermercados, lo mismo que ocurre en Lalín y en Lugo donde además de presionar a las distribuidoras los vehículos agrícolas rodean la muralla. Los boicots acarrearon pérdidas a las grandes superficies, lo que obligó a los responsables de las entidades cuyos accesos estaban bloqueados por los tractores a sentarse a negociar. Los productores aseguran haber conseguido sellar acuerdos con cuatro cadenas -Lidl, Eroski y ayer Carrefour y Gadisa- que se han comprometido a crear una marca blanca de leche Galega 100% para garantizar que procede de explotaciones gallegas además de subir dos céntimos en el precio que se paga por esta marca. Desde Gadisa aclaran que la subida de dos céntimos en litro de leche al proveedor de la marca blanca ya se aplica desde octubre, por eso se muestran sorprendidos del bloqueo del acceso a mercancías de un supermercado en Lalín.

En A Coruña y Lugo los tractores cambiarán de foco una vez que se confirme el pacto con Carrefour por escrito por el cual se comprometió a crear en un plazo de dos o tres meses una nueva marca de leche gallega que se venderá en toda España a 33,8 céntimos. El secretario de Servizo de Unións Agrarias (UUAA), Óscar Pose, destaca que la distribuidora aumentará dos céntimos por litro que se aplicarán ya en las entregas de leche que los ganaderos hagan este mes y cobrarán en enero, pero aclara que es solo "un parche" y "una solución a corto plazo" que los productores necesitan para "sobrevivir". En el caso de Gadisa, los manifestantes en A Coruña, Lugo y Lalín estudiaban ayer por la tarde la propuesta presentada por la entidad para decidir si la aceptaban y si levantaban el bloqueo en la zona del Deza.

En caso de que esta negociación llegue a buen puerto serían ya cuatro las áreas comerciales con las que los ganaderos llegan a un acuerdo desde que hace trece días comenzaron de nuevo las movilizaciones para reclamar que el incremento de tarifas en los lineales se note también en las cuentas de las granjas gallegas.

Pero el fin de los bloqueos en A Coruña y Lugo no es un punto y aparte sino un punto y seguido porque, según Pose, "la batalla tiene que continuar" con acciones contra las compañías de distribución que todavía no aplican las subidas a los usuarios en los ganaderos. "Para casa no nos vamos a ir", añadió. Aún así, insiste en que estas medidas simplemente sirven para "esperar" a otras medidas a medio y largo plazo que traigan estabilidad al sector lácteo de forma duradera.

En Lugo, los manifestantes recorrerán los hipermercados de la ciudad y, siempre que se lo permitan, colocarán en la puerta del establecimiento un cartel que permita identificar a los que cumplen el acuerdo lácteo al vender los cartones de leche en sus lineales por encima de los 63 céntimos.