Los votos del PP y del exsocialista, actual diputado del grupo de no adscritos y alcalde de Becerreá, Manuel Martínez, se sumaron ayer de nuevo para rechazar, en el pleno de la Diputación de Lugo, la propuesta del bipartito para elaborar un nuevo reglamento orgánico de la institución. El equipo de gobierno, formado por socialistas y nacionalistas, anunció a través del portavoz del PSdeG, Álvaro Santos, su pretensión de ser "más ambiciosos" e ir más allá del acuerdo plenario del mes de noviembre, en el cual los votos de PP y Manuel Martínez habían servido para aumentar competencias al pleno, en detrimento de la junta de gobierno.

El diputado Manuel Martínez, ahora en el grupo de no adscritos, utilizó sus turnos de palabra para pedir que la comisión de trabajo esté formada por cuatro representantes del PP, dos del PSOE, uno del BNG y él mismo como no adscrito. Sin embargo, esta propuesta fue rechazada por los socialistas, por entender que "altera la proporcionalidad". Por ello, Santos alegó que debe ser el propio pleno el que vote en última instancia.

Desde que el pasado mes de julio, el PSOE renunciase a que Manuel Martínez fuese el candidato a la presidencia de la Diputación de Lugo para lograr el apoyo del BNG, los desencuentros entre el grupo socialista en la Diputación y el alcalde de Becerreá han sido continuos, hasta el punto de que fue expulsado del PSOE.

Primero facilitó la presidencia al PP, que luego la perdió en una moción de censura en la que participó el propio Manuel Martínez. Pero como el BNG no le dejó entrar en la junta de gobierno -precisamente por apoyar al PP en la sesión de investidura del presidente provincial-, el alcalde de Becerreá decidió como represalia votar en contra de todas las iniciativas nacionalistas aún en contra del criterio de su partido, lo que le valió su expulsión.