Mariano Rajoy descansa ya en Galicia tras un ajetreado e intenso mes de diciembre. El presidente del Gobierno en funciones llegó en la tarde de ayer a Sanxenxo para celebrar en su tierra el Fin de Año, repitiendo así el programa navideño que instauró el pasado año, cuando comenzó a festejar la Nochebuena en La Moncloa y limitó su estancia en Galicia a las celebraciones de Nochevieja.

Nada más concluir el último Consejo de Ministros del año y protagonizar una comparecencia posterior, Rajoy y su familia cogieron las maletas y se instalaron en su apartamento del paseo de Silgar, residencia que sí utilizan en invierno, cuando la villa está mucho menos saturada que en verano, vacaciones que los Rajoy pasan en una vivienda menos expuesta ubicada en el municipio de Ribadumia.

La tranquilidad de la villa turística en estas fechas de diciembre permitió al titular del Ejecutivo, su esposa Elvira Fernández y sus dos hijos, Mariano y Juan, disfrutar del paseo de Silgar y de los establecimientos próximos que suele frecuentar en sus escapadas a Sanxenxo. Después de dejarse ver por el centro de la localidad, todos ellos se dirigieron a un hotel próximo a su domicilio, en el Vicaño, para cenar.

Pasadas las diez de la noche, Viri y los dos hijos se retiraron a su domicilio, mientras que Rajoy se quedó un rato disfrutando de una de sus grandes pasiones: compartir una buena conversación con sus amigos.

Todo apunta a que el presidente del Gobierno en funciones estará en Galicia al menos cinco días más, hasta el próximo domingo. Como ya hizo el pasado año, celebrará el Fin de Año en casa de unos amigos y podrá desconectar en parte de sus obligaciones después de una extenuante campaña electoral y unas elecciones en las que su partido fue el más votado en España, pero sin la mayoría necesaria para gobernar.

Sin duda aprovechará para practicar su afición favorita: caminar, a su rápido ritmo habitual, por la ruta da Pedra e da Auga de Ribadumia, un recorrido que concluye en el Monasterio de Armenteira, donde acostumbra a reponer fuerzas. Estos paseos son obligados, salvo que la climatología no lo permita y probablemente los aproveche para ultimar su estrategia de negociaciones cuando regrese a Madrid para garantizarse la reelección.

Rajoy, como ya hizo el año pasado, reunió a su familia en Nochebuena en La Moncloa para poder disfrutar de esa jornada, y la de Navidad, con su padre, Mariano Rajoy Sobredo, de 95 años, que desde hace tiempo reside en el palacio presidencial y no suele viajar a causa de su delicada salud.