Un centenar de ganaderos de Agromuralla participaron ayer en una cacerolada ante el edificio administrativo de la Xunta en Lugo para exigir una solución a la crisis del sector lácteo y durante un cuarto de hora trasladaron su protesta al interior de la sede del Ejecutivo autonómico. Tiraron petardos y utilizaron silbatos, panderetas y las tapas de los cántaros donde guardan la leche para hacer ruido.

La manifestación transcurría fuera del edificio hasta que cerca la de una de la tarde entraron en el edificio de la Xunta tras un pequeño altercado con el vigilante de seguridad. La cacerolada en el interior apenas duró quince minutos, pues los ganaderos abandonaron la sede administrativa ante la llegada de numerosos efectivos de la Policía Nacional. Los ganaderos dirigen sus protestas contra las administraciones, a las que piden que se controle la entrada de leche foránea con más inspecciones.

A punto de cumplir las tres semanas de movilizaciones con los tractores aparcados en la Ronda da Muralla, un portavoz de la plataforma avanzó que estarán "hasta que llegue la solución". "La solución no sé cuando llegará, en Madrid prácticamente estamos sin gobierno, los de la Xunta no sé si hacen lo que pueden o no lo hacen, la solución pronto no creo que llegue", sentenció.

Neira se mostró crítico con los acuerdos alcanzados la pasada semana entre la Plataforma en Defensa do Sector Lácteo y la distribución. Además, aseguró que se trata de "acuerdos entre las distribuidoras y los sindicatos para calmar la cosa y pasar la Navidad en casa".

Los ganaderos volverán a concentrarse hoy a las 13.00 horas ante el edificio administrativo de la Xunta en Lugo para comer juntos, con horas de antelación a las uvas de Fin de Año.