La Axencia Galega de Desenvolvemento Rural (Agader), la Fundación Juana de Vega y la Universidad de Santiago presentaron a mediados del año pasado el estudio Propiedad, movilidad de la tierra y valoración territorial. Este proyecto tiene como objetivo la creación de un observatorio que identifique la problemática del mercado de la tierra en Galicia y sus posibles soluciones. Entre las conclusiones que sacaron fue que los terrenos agrícolas en la comunidad son caros. Sin embargo, la crisis económica y el abandono que sufre el rural gallego han provocado que su precio se haya desplomado casi una cuarta parte desde el arranque de la crisis.

Desde 2009, un año después de que comenzase la actual recesión, la comunidad encadena seis ejercicios en los que el precio de la tierra agraria ha descendido. Solo hay otra comunidad, la Valenciana, que repite el mismo patrón. Ese año el coste en Galicia de la hectárea alcanzó los 17.738 euros. En 2014, según el informe sobre los precios de la tierra que acaba de publicar el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, su valor fue de 13.633 euros. Es decir, 4.105 euros menos, o lo que es lo mismo un 23% menos. Con respecto a 2013, la caída ha sido del 0,9%.

La subida de los precios, que se había ido frenando de forma progresiva entre 1997 y 2001 y posteriormente se fue recuperando hasta 2008, volvió a caer a partir de 2009. Desde entonces, la tendencia descendente ha seguido y en 2014 los precios volvieron a disminuir por sexta ocasión consecutiva.

A nivel nacional, el valor de la tierra creció un 1,7% en 2014 al pasar de un importe medio de 9.995 euros a 10.127. Es decir, el precio en Galicia es un tercio mayor (el 34%).

Sin embargo, el crecimiento nacional es un tanto engañoso debido a la subida de casi el 25% en el valor de la tierra en Aragón que pasa de los 4.447 euros de 2013 a los 5.923 de 2014, debido, sobre todo, a la revalorización que han tenido los regadíos en aquella comunidad.

Tras Aragón, el mayor incremento se ha producido en Castilla y León (4%), seguida de Baleares (2,9%) y Murcia (2,1%). En la mitad de las comunidades, el preció aumentó con respecto al año anterior. Los mayores recortes han sido en la comunidad Valenciana (-5,7%), que es junto a la gallega la única que suma seis años consecutivos de descensos; País Vasco (-4,3%) y Navarra (-2,5%).

Por comunidades autónomas, la tierra más cara para realizar plantaciones se encuentra en Canarias. La causa de su elevado coste es el plátano que hacer subir los precios de los terrenos de forma abultada. De media una hectárea en la comunidad canaria cuesta 67.930 euros, casi cinco veces más que en Galicia y seis veces más que la media nacional. La segunda más cara es la comunidad valenciana con 20.271 euros por hectárea, pese a que lleva seis años de caída de precios, y la tercera Andalucía con 18.785. Por el contrario, la tierra agraria más barata se encuentra en Extremadura con 3.949 euros.

En el estudio Propiedad, movilidad de la tierra y valoración territorial, elaborado por La Axencia Galega de Desenvolvemento Rural (Agader), la Fundación Juana de Vega y la Universidad de Santiago, además de destacar el alto precio de la tierra agraria en Galicia también asegura que el mercado de tierras en la comunidad se caracteriza por su escasa movilidad. Es decir, la compraventa de terrenos es muy baja.

La tasa de transferencia anual, que es el porcentaje que representa la superficie total de las parcelas rústicas objeto de transacción en un año sobre la superficie total, es muy baja: un 0,16%.

Por ejemplo, la tasa de transferencia es 10 veces inferior a la de países como Italia (1,4%). Está muy próxima a estados de Europa central como Eslovaquia (0,14%), República Checa (0,21%) o Rumania (0,09%), pero es muy inferior a la de otras naciones como Lituania (8,4%), Países Bajos (3,1%) o Francia (2,7%). En la comunidad, también existe una gran fragmentación en el sistema de propiedad. Hay 11,2 millones de parcelas y 1,6 millones de propietarios.

Con el fin de favorecer la movilidad y el acceso a la tierra agrícola y ganadera, el Banco de Terras anunció a finales del año pasado que en 2016 mantendrá los precios de referencia para el arrendamiento de fincas.

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