Aunque en la Federación no tienen aún datos específicos por autonomías, constatan que Galicia sigue la tónica de sus estadísticas para todo el país. Con una excepción: en los espacios acuáticos repartidos por la tierra de los mil ríos la mayoría de los fallecidos, sobre el 90%, son españoles, mientras que en el Estado no llegan al 70%. Las estadísticas reflejan que el pico de los siniestros se produce cuando más gente busca alivio del calor, en verano, en playas sin vigilancia, y el perfil de los fallecidos apunta a un varón que supera los 45 años, aunque el grueso de los casos se produce en la franja de 65 a 74.

A los 414 víctimas de ahogamiento y a las 23 que murieron en el medio acuático debido a algún siniestro se suma en 2015 otra cifra negra: 79 desaparecidos por naufragios o ahogamientos.