Los seis diputados de En Marea tomaron posesión ayer de sus actas en el Congreso, al igual que hizo una de sus dos senadores en la Cámara Alta, y reclamaron la posibilidad de constituir un grupo parlamentario propio. "No cabe otra opción", declaró Alexandra Fernández, quien aseguró que el de ayer fue un día "histórico".

Además, pidió al PSOE que reflexione y decida si quiere "un Gobierno alternativo de izquierdas" o "seguir siendo la pareja de baile del Partido Popular".

Alexandra Fernández aseguró que el derecho a decidir es un eje fundamental del proyecto que defenderá su agrupación esta legislatura, si bien negó que sea una línea roja para ellos. "La línea roja es la que tiene el PSOE", apostilló.

"La línea roja está en que el PSOE está dividido en dos. Hay una parte del PSOE que apoyaría ese referéndum", aseguró Fernández al ser preguntada sobre si el reconocimiento del derecho a decidir es una línea roja para En Marea a la hora de apoyar la posible investidura del líder socialista, Pedro Sánchez.

La nueva diputada gallega defendió que En Marea entiende "que Galicia tiene una serie de especificidades", entre las cuales está "la del derecho democrático de decidir para que tanto los gallegos como el resto de naciones decidan qué es lo que quieren ser". "Nosotros apostaremos por un proyecto que defienda y garantice el bienestar de las mayorías sociales y también entendemos que Galicia es un sujeto político propio y que, como tal, como nación periférica del Estado, tiene una serie de especificidades que pondremos encima de la mesa, y entre las cuales está el derecho democrático a decidir de los pueblos", enfatizó. Por su parte, la dirección de Podemos definió ayer como "irrenunciables" los tres grupos, al margen del suyo, que constituirían las listas con las que se asoció en las generales en Galicia, Cataluña y Comunidad Valenciana. La número tres del partido, Carolina Bescansa, insinuó un pacto PP-PSOE para constituir una mayoría en la Mesa del Congreso, órgano que decidirá cuántos grupos se constituyen.