Los atropellos son una de las lacras de la accidentalidad en las carreteras gallegas. Casi el 16% de los muertos en la red viaria de la comunidad son peatones. Para tratar de erradicar el elevado número de viandantes arrollados en la comunidad, la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil en Galicia promovió el año pasado una campaña especial de vigilancia durante casi diez meses: del 23 de febrero al 15 de diciembre.

Durante ese periodo los agentes de Tráfico repartieron un total de 240 chalecos reflectantes, un dispositivo que puede convertirse en salvavidas cuando empieza a anochecer o las condiciones meteorológicas son adversas. Pero los agentes también sacaron bolígrafo y papel para denunciar las conductas de mayor riesgo por parte de los viandantes. Hasta un total de 79 viandantes fueron denunciados durante la campaña de la Agrupación. Entre las conductas que implicaban un mayor riesgo para su seguridad o la de los usuarios de los vehículos, destacan el tránsito por la calzada o el arcén sin ningún dispositivo reflectante durante las horas nocturnas -un total de 53 denuncias, lo que supone el 67% del total- y hacerlo por autopistas y autovías sin causa justificada -un total de 14 sanciones, casi el 18%-.

A lo largo del año pasado, la comunidad gallega registró un total de 167 atropellos, 42 menos que el ejercicio anterior. En estos siniestros, fallecieron 15 peatones (cuatro menos), en su mayoría mayores de 65 años atropellados a menos de 10 kilómetros de su domicilio (el 72%) y durante las horas nocturnas (el 53%).