Fue una de las reflexiones del presidente del partido y jefe del Ejecutivo autonómico tanto después de las elecciones municipales de mayo como las recientes generales. Ante el importante descalabro en el voto popular, Alberto Núñez Feijóo, hizo hincapié en la necesidad de seguir adelante con la transformación de la cúpula del partido y su estrategia, como así él ejemplificó en la crisis de gobierno que impulsó en octubre. La siguiente cita para "la renovación de los equipos" será en marzo con la celebración de los cuatro congresos provinciales que servirán de antesala al autonómico, previsto para "abril o mayo", según avanzó ayer el número dos del PP gallego, Alfonso Rueda, tras la celebración del comité de dirección. Será entonces cuando se aclare definitivamente el futuro del propio Feijóo.

El también vicepresidente de la Xunta asegura que los populares gallegos cuentan ya con el beneplácito de la dirección nacional para "continuar con su hoja de ruta", a pesar de que inicialmente el mandato lanzado desde Génova pasaba por no convocar ningún cónclave territorial antes de que el partido celebrara la cumbre estatal. Pero Rueda remarca el efecto diferencial que Galicia tiene este año, con la cita con las urnas. Y ahí, asegura, está una de las razones del beneplácito, aunque no la única. "Le trasladamos las circunstancias especiales que aquí concurrían, no solo porque este año era un año de elecciones autonómicas, sino también porque nosotros habíamos marcado ya el año pasado esta hoja de ruta y deseábamos cumplirla", sostiene Rueda.

El calendario acordado ayer por la cúpula del PP gallego implica que las juntas directivas provinciales convoquen dichos congresos de forma inmediata. Además, según concretó Rueda, una vez celebradas estas citas, el partido organizará el congreso autonómico, del que saldrá el candidato a la Presidencia de la Xunta. Hasta entonces, parece que el actual jefe autonómico no desvelará su intención o no de repetir a la cabeza de las listas populares.

Feijóo ya retrasó en varias ocasiones cualquier pronunciamiento en este sentido precisamente para abril, cuando cumplirá siete años como presidente de la Xunta. "Me pregunta si quiero ser el candidato a la Xunta y si quiero ser candidato del PP de España. Es difícil contestar", aseguraba, agarrado a la "enorme volatilidad política" tras el resultado de las elecciones del 20-D.

"Hoy iniciamos un proceso de actualización de equipos sereno y sosegado", subrayó ayer Rueda después del comité de dirección del PP gallego, antes de incidir en que ese camino hacia el congreso regional se andará con "la calma interna que desde luego no tiene, por ejemplo, Podemos en Galicia ahora mismo". "Con la tranquilidad que estoy seguro de que para sí quisiera el PSOE en Galicia, sin las urgencias por no desaparecer que tiene el BNG y sin los vaivenes que presenta Ciudadanos en Galicia", añadió.

El secretario xeral del PP gallego recuerda que su partido reaccionó a la pérdida de apoyos en las elecciones municipales comprometiendo una "renovación de políticas y equipos", pero también "actitudes" y -aclaró- "lo hicimos encargando a nuevos dirigentes del partido una ponencia cuyo eje principal fue la proximidad y la participación".