En el libro de la historia marítima de España y, particularmente, en la de Galicia, existe una página en negro chapapote con una única palabra en blanco: Prestige. Otras páginas de este libro se han ido (y van) escribiendo a medida que se registran los pronunciamientos judiciales al respecto.

En la historia marítima de Francia el libro dispone de varias páginas más o menos sucias -alguna también de chapapote- pero se sigue escribiendo con responsabilidad y hasta cierta lucidez, como en el caso del buque Modern Express que, a 200 millas de la costa bretona, sigue luchando contra una gran escora a estribor con la inapreciable ayuda de técnicos que intentan, por todos los medios a su alcance, conducir el navío a puerto seguro.

Evidentemente, el Modern Express y su carga no son tan contaminantes como lo era el Prestige. Pero tiene su peligro: muchas toneladas de troncos que, de liberarse por efectos de los bandazos del buque, convertirán el Golfo de Vizcaya (costas de Francia y España, fundamentalmente) en una especie de campo minado para la navegación y, no lo olvidemos, muchas toneladas de combustible que, de ser vertido al mar, incidiría también negativamente, en la flora y fauna de esta rica zona de pesca de tanto interés para los franceses y españoles.

Al contrario que lo hecho por España para tratar de solucionar el problema del Prestige alejando el buque "cuanto más, mejor" de la costa, Francia conduce al Modern Express a uno de sus puertos para tratar de estabilizar su carga y, con ello, asegurar la estabilidad de la nave.

¿Qué habría hecho España en este caso? ¿Lo remolcaría a puerto con semejante escora?

Tengo mis dudas. No hemos aprendido nada. No nos arrepetimos de actuaciones anteriores y hasta hay quien se vanagloria de lo actuado. Y, por si fuera poco, la Justicia no es ciega.